Resumen
La crisis política y social en Colombia ha llevado al cierre de negocios y aumento del desempleo, agravada por grupos armados ilegales y desorden financiero del gobierno. Reformas tributarias y amenazas a la propiedad privada también perjudican la economía del país.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
Todos los días se cierran fuentes de trabajo, desaparecen establecimientos comerciales y crece la oferta de bienes raíces a muy bajo precio, porque millones de familias y, especialmente jóvenes, creen que Colombia está atravesando una crisis social muy grave, derivada del cambio político que está llevando el país al cataclismo.
El fenómeno se siente con mayor fuerza en ciudades capitales y especialmente en las áreas metropolitanas, donde el desempleo profesional está por encima del doce por ciento (12%). Los empresarios de mayor poder y relevancia, han reducido sus nóminas y muchos de ellos ya se llevaron sus capitales para los Estados Unidos, Panamá y España.
Mientras avanza la expansión territorial de los grupos armados ilegales, como el Clan del Golfo, las disidencias de las FARC, la agrupación de la Nueva Marquetalia y el autodenominado ‘Ejército de Liberación Nacional’, que no han querido desmovilizarse porque la guerra es un negocio de bandidos, que han creado barreras para la actividad productiva, seguimos siendo mas pobres, porque el gobierno nacional ha creado un desorden en las finanzas del país, que está arruinando la actividad productiva.
El derroche de recursos del Estado en el sostenimiento de una impresionante burocracia estatal; el pago de subsidios para tres millones de personas que halagan y adulan al tirano; la creación de milicias en las zonas bajo control de los pueblos indígenas; el despojo de tierras productivas en regiones del Cauca y Nariño; la extorsión a los comerciantes y el secuestro de ganaderos, que ha vuelto a tomarse las zonas campesinas, ofrece el panorama de una crisis total.
¿Cómo pueden convivir unas fuerzas militares y de policía, cuando el gobierno nacional los ha desarmado y los ha convertido en carne de cañón frente a la subversión y el terrorismo, que ejercen dominio territorial en gran parte de Colombia? Como podemos tener futuro en Colombia con la tracalada de impuestos que ha creado el régimen comunista, para acabar con la propiedad privada. La última reforma tributaria, que fue tramitada y aprobada por una clase parlamentaria arrodillada y genuflexa, que ahora se arrepiente de sus errores políticos.
¿Qué podemos esperar, cuando ciudades como Bogotá, Cúcuta, Medellín, Barranquilla y Barrancabermeja, son centros de operación de bandas criminales que practican el sicariato y que cobran vidas todos los días? Que pueden esperar los colombianos, donde el derecho a la propiedad está amenazado y han desaparecido numerosas empresas que han tenido que despedir a gran parte de sus empleados y trabajadores, porque con las reformas laborales, tributarias y fiscales, no se puede recuperar la economía que muestra resultados negativos en los veinte meses de gobierno de esta administración.
