ir al contenido

La guerra civil española en Colombia

‼️ Envianos tu denuncia o noticia
Versión Beta Reportar error

Resumen

Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
Espacio Publicitario
+ Google Noticias
+ Canal WhatsApp

La palabra es una gran cosa; sirve para unir o separar a las personas ya que puede propiciar el amor, pero también la animadversión y el odio. Es la expresión del pensamiento que, a su vez, es la manifestación de la fuerza divina. Por eso la palabra debe estar en concordancia con lo que se expresa porque el tiempo pasa, pero la palabra dicha permanece. No por nada hay miles de aforismos para ella: "Piensa y luego habla", "cuando estés enojado, calla", "el silencio es a menudo la mejor respuesta". La lista sigue y los calendarios de PIEL ROJA están llenos de estas sentencias.

Entonces discutimos entre amigos, familiares, extraños y conocidos, sin saber de la maldad que ciertas posiciones nos llevan a ejercer. La polarización nos arropa y comienzan los conflictos. En ese contexto se forjó la guerra civil española, y lo que ocurre actualmente en Colombia se parece mucho a lo que propició aquella conflagración.

Todo arranca con la formación de la Segunda República el 14 de abril de 1931. El Rey abdica, se establece la democracia y comienzan las primeras reformas del nuevo gobierno de corriente socialista y progresista. Estas incluían la Reforma Agraria, que intentaba distribuir la tierra para aliviar la pobreza rural, y la reforma educativa, que buscaba expandir la educación pública y laica. La reforma militar pretendía reducir el tamaño del ejército, y la reforma laboral quería mejorar las condiciones de los trabajadores. Sin embargo, la implementación de estas reformas encontró una fuerte resistencia de los sectores conservadores, la Iglesia y los militares.

En 1933, nuevas elecciones dieron la victoria a los conservadores, quienes buscaron revertir las reformas. Este segundo bienio, dominado por fuerzas de centro-derecha, enfrentó una feroz oposición de los partidos de izquierda y los anarquistas, aumentando la inestabilidad. Las elecciones de 1936, ganadas por los socialistas, llevaron al levantamiento militar de julio, que inició la guerra civil. El apoyo a la Segunda República vino de trabajadores, campesinos, intelectuales, artistas, partidos de izquierda y separatistas de País Vasco y Cataluña, con ayuda militar de Rusia. Los "nacionalistas", liderados por Franco, contaron con el apoyo de la Alemania Nazi y la Italia Fascista.

En Colombia, a diferencia de España, el apoyo al gobierno de izquierda ha venido, en gran proporción, de criminales, guerrillas, narcotraficantes y varios políticos corruptos de cualquier corriente, aunque también de intelectuales, maestros y algunos segmentos de la población. Sin embargo, los trabajadores y campesinos han entendido lo que se necesita de la empresa para progresar. Donde sí se mantiene similitud con la madre patria es en la polarización política y en cómo el lenguaje se usa para dividir. Tambien en el debilitamiento de las FFAA, que condujo al levantamiento militar. Pero aquí todos hablan y pocos escuchan. Las personas tontas deberían callarse, pero si lo supieran, no serían tontos.

El gobierno colombiano enfrenta críticas sobre su gestión y percepción de la realidad. Con rituales y contratos entregados en ceremonias de sortilegio, demuestra que es chamanista y las supersticiones impiden llevar una vida buena y sana. La veracidad es lo único que puede librarnos del ocultismo, y no solo frente a otros, sino ante nosotros mismos. Si el crecimiento de las hostilidades políticas que enfrenta nuestra nación es la preparación para que salgamos más fuertes y vencedores, que comience el declive. El amor se demuestra, no se verborrea; el odio es lo contrario.

Más reciente