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La resaca de nuestro hermano país

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Por: Reynaldo Pérez
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Resumen

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El chavismo es uno de los fenómenos sociales y políticos más determinantes en la historia reciente de Latinoamérica, a comienzos de los noventa con un fallido Golpe de Estado, intentó derrocar al gobierno del expresidente Andrés Pérez. Ese golpe fue consecuencia de un desangre permanente hecho por la clase política tradicional del entonces rico país, el derroche era colosal, algún autor latinoamericano hizo referencia a que un hospital de Caracas iba a ser equipado por una empresa de EE. UU., pero una de las condiciones que estaban estipuladas en el contrato, era que el hospital debía adquirir también una maquina limpiadora de nieve en una ciudad tropical.

Tal vez, Hugo Chávez Frías es de los pocos golpistas que después fue electo democráticamente. Colombia alberga a millones de migrantes del empobrecido país que alguna vez se embriagó de revolución, precisamente Colombia también albergó a Hugo Chávez con su circulo de confianza, nuestro país dio asilo político a quien años después se convertiría en uno de los actores políticos más importantes de nuestro continente. En su paso por nuestro país, él se ilusionaba con las trasformaciones sociales que traía la Constitución de 1991, por eso entabló largas tertulias con uno de nuestros destacados constituyentes, Álvaro Gómez Hurtado.

Nuestro país sirvió de inspiración para que Chávez hablara de forma permanente de una Asamblea Nacional Constituyente, las transformaciones sociales y la redistribución de la riqueza del hermano país.

Efectivamente llegó a la presidencia para implementar esas transformaciones. Colombia lo recuerda por varios episodios que estaban directamente relacionados con nuestro país, no son pocos los que recuerdan cuando la entonces senadora Piedad Córdoba, llamó a su programa “Aló Presidente" donde hablaba de los problemas de saneamiento básico en el Chocó, la respuesta del entonces presidentes fue la de ¿Cuánto necesitan? Yo les doy el dinero.

Nuestro departamento tuvo al General Martín Orlando Carreño Sandoval, (Q.E.P.D.), quien fue el primero en atreverse a decir que en el hermano país había campamentos del ELN (Ejército de Liberación Nacional),  muy cerca de la Brigada XVIII de Arauca, ya que en una operación en la frontera colombo venezolana murieron varios soldados de la brigada; la única explicación para el general, era que el gobierno chavista era permisivo con la presencia de campamentos del ELN en el vecino país, operativamente era una desventaja y una denuncia que diplomáticamente enrarecía las relaciones con el vecino país.

Todo lo sucedido en Venezuela, afectó directa e indirectamente a nuestro territorio. Como toda revolución o promesa de restablecimiento de derechos incumplida, el dulce discurso de revolución, terminó convertido en un trago amargo para todos los venezolanos que no hicieron parte del proyecto Chavista. La pobreza de ese país se ve reflejada en cada rostro de los millones de migrantes que hacen tránsito por nuestro país.

Chávez murió, pero no el apetito de poder de quienes capitalizaron políticamente su proyecto, el madurismo y compañía, encontraron un personaje con nombre celestial, salido de los cabellos, que es el verdadero factor real de poder en una arruinada Venezuela.

Parece que la resaca de la revolución chavista, puede terminar este domingo, en una contienda electoral que está moviendo los cimientos de las bases sociales y periferias venezolanas, digo “parece” porque como ha sido costumbre en las ultimas contiendas electorales en Venezuela, el oficialismo entorpece la labor de la Misión de Observación de la UE, la observación internacional es el peor enemigo para quien no puede garantizar unas elecciones libres en este país, las condiciones electorales empeoran cada día, la historia nos a enseñado que cada régimen tiene su fecha de inicio, también de caducidad.

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