La sonrisa que escondía un dolor profundo. Así encontraron sin vida a Claudia Patricia Martínez
Resumen
En Bucaramanga, Claudia Patricia Martínez fue encontrada sin vida en su apartamento, dejando atrás una familia devastada. Sin señales previas de su decisión, su trágica muerte subraya la importancia del cuidado de la salud mental.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
Desde el pasado lunes 28 de julio, Hilda Nieves vive una pesadilla junto a su familia. Su hija mayor, Claudia Patricia Martínez, de 38 años, tomó la fatal decisión de acabar con su vida en su apartamento ubicado en la carrera 19W del barrio Gran Ladera de Bucaramanga. La escena fue aterradora, pues fue una de sus hijas, María Elizabeth, de 13 años, quien a las 3:30 p.m. encontró a su madre con una pijama vinotinto, un trapo que hacía presión sobre su boca, y unas sábanas que aparentemente usó para poner fin a sus días.
De inmediato, María se apresuró a darle la noticia a su abuela Hilda, quien vivía a unas pocas cuadras de su hija, y, al escuchar a su nieta en medio del llanto desenfrenado, no dudó en correr hacia la vivienda de Claudia Patricia. Al llegar, sus ojos no paraban de girar de un lado a otro, sin hallar un punto fijo, había buscado en las habitaciones sin hallarla. De repente, al darse vuelta se encontró con el estremecedor hallazgo. Patricia estaba muerta.
Hilda se abalanzó sobre su cuerpo e interrogaba con gritos entrecortados el porqué había tomado esa decisión. “Preguntaba por qué me había dejado con las niñas si habíamos hablado de que las dos las íbamos a sacar adelante.” En ese momento llegó un vecino del sector, quien ayudó a trasladar a Claudia a la habitación, y junto a Jorge, hermano de Claudia, desprendieron el trapo y las sábanas del cuerpo de la fallecida, mientras la señora Nieves, aún con la esperanza de estar a tiempo de auxiliar a su hija, le daba respiración boca a boca, pero ya era muy tarde, no había vuelta atrás.
Según su madre, Hilda Nieves, Claudia Patricia compartía una relación sentimental con Dirson Johan Muñoz Álvarez, sin embargo, su relación estuvo marcada por la violencia ejercida de él hacia ella, y que, en muchas ocasiones afectó su salud mental y autoestima debido a sus maltratos.

Una mujer alegre y trabajadora
Su familia y cercanos recuerdan con amor a Claudia Patricia Martínez, de quien dicen era una persona muy alegre, amorosa y trabajadora. La mujer se desempeñaba como guardia de seguridad, y era oriunda de Puerto Wilches, sin embargo, se había mudado a la capital santandereana hace varios años, con la idea de sacar adelante a sus cuatro hijas: Juliete Patricia Martínez (20), Angie Patricia Fonseca (17), María Elizabeth Villada (13), y la menor Sarah Sofía Vega (7).
Nunca existió sospecha de que en algún momento Claudia podría tomar una decisión de este tipo, ya que, hasta sus últimos días se mantuvo sonriente en todo momento.
Su muerte deja a toda una familia destrozada, sumida en la nostalgia de los recuerdos que quedaron. “Uno trata de asimilar que no están pasando las cosas, que ella está en su trabajo, pero luego uno vuelve a la realidad y uno no acepta lo que está pasando.” Asegura su madre a EL FRENTE.
Su muerte refleja lo importante del cuidado de la salud mental y emocional de cada persona, pues estas problemáticas pueden desencadenar en decisiones lamentables.
A petición de la familia:
"No estás sola. No estás solo.
A veces el dolor parece tan fuerte que nubla todo, incluso la esperanza. Pero quiero que sepas que sí hay salida, y esa salida no es el silencio ni la soledad. Hablar, expresar lo que sientes, pedir ayuda… no es debilidad, es valentía.
Tu vida vale, incluso cuando tú no lo veas. Hay personas que te aman, aunque a veces no lo notes. Hay días buenos por venir, aunque hoy parezca imposible.
No te aferres a alguien que no te respeta, que te humilla o te hace sentir menos. El amor no duele, el amor no hiere, el amor no destruye tu autoestima. No necesitas a nadie que te haga sentir pequeña para sentirte acompañada. Tú eres suficiente. Tú mereces respeto, paz, amor sano y una vida digna.
Habla con alguien. Busca apoyo. Mereces vivir una vida en la que puedas reír con ganas, descansar sin miedo y amar sin dolor.
No te rindas. No estás sola. Pide ayuda. Tu historia aún no ha terminado."