Resumen
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
Han pasado varias generaciones de jóvenes terroristas que han inundado de sangre inocente gran parte del territorio nacional y muchos de ellos, que sacrificaron sus vidas y las de sus familias en la vorágine del conflicto armado en Colombia. Teniendo como símbolo de la lucha armada al sacerdote Camilo Torres Restrepo, dado de baja con fusil en mano por tropas de la Quinta Brigada en la vereda Patio de Cemento, de El Carmen de Chucurí, había sido co-director del periódico ‘El Catolicismo’, medio de comunicación que fue cerrado por orden del Cardenal Luis Concha Córdoba.
Ha sido cruel la trayectoria del ELN, que irrumpió a sangre y fuego hace medio siglo, en la población de Simacota (Santander), donde asesinaron a los cinco policías que cuidaban la zona urbana de la población y asaltaron las instalaciones de la Caja Agraria, donde lanzaron la consigna de: ‘Ni un paso atrás: liberación o muerte’. Entre sus acciones sangrientas estuvo el asalto al Tren de los Ferrocarriles Nacionales en 1967, evento criminal filmado por las cámaras de televisión del periodista mexicano Mario Renato Menéndez Rodríguez, masacre ocurrida en el corregimiento de Las Montoyas, región del Magdalena Medio, en la cual murieron dieciocho (18) personas, en su mayoría empleados de los ferrocarriles. El ideólogo y fundador Jaime Arenas Reyes fue asesinado en las calles de Bogotá, por haber escrito un libro titulado ‘La Guerrilla por Dentro’.
La mayoría de sus fundadores fueron alumnos y profesores de la Universidad Industrial de Santander, que dejaron sembrada en el Campus Universitario una célula guerrillera, que ha prevalecido con el paso de los tiempos. Entre sus fundadores estuvo el ideólogo Jaime Arenas Reyes, miembro de una familia prestigiosa de Bucaramanga, que luchaba por la ‘Autonomía Universitaria’, para democratizar el proceso de elección del Rector del establecimiento de enseñanza superior, que antes era nombrado mediante acuerdos políticos del Consejo Superior Universitario, que lo presidía el gobernador del departamento de Santander.
Estuvieron también en esa diabólica aventura los hermanos Fabio, Antonio y Manuel Vásquez Castaño (antioqueños), el primero de ellos empleado como cajero de la sucursal del Banco Comercial Antioqueño de Bucaramanga. Igualmente participaron en las primeras escaramuzas del autodenominado ‘Ejército de Liberación Nacional’ en el departamento de Santander los estudiantes Ricardo Lara Parada (oriundo de Barrancabermeja), Víctor Medina Morón, Iván Calderón Tarazona, los hermanos Ochoa, ‘La Mona’ Mariela Cala y Nicolás Rodríguez Bautista, alias ‘Gabino’, oriundo de Yarima, corregimiento de San Vicente de Chucurí, que para la época de la fundación del ELN tenía catorce años de edad.
Muchos jóvenes de aquella época se enrolaron en las filas del autodenominado ‘Ejército de Liberación Nacional’ y murieron en la guerra. Entre sus fundadores solamente sobreviven el ‘Viejo’ Nicolás Rodríguez Bautista y alias ‘Pablo Tejada’, que era profesor del colegio Camilo Torres, de San Vicente de Chucurí, actualmente miembro de la fracasada ‘Comisión de Paz’, que ha mantenido negociaciones con el gobierno del presidente Gustavo Petro, luego de los ataques guerrilleros contra cuarteles militares y de policía, alrededor de doscientos miembros de la fuerza pública que han sacrificado sus vidas, incluidos los estudiantes de la Escuela de Policía ‘General Francisco de Paula Santander’ y ahora, el puesto de vigilancia de la frontera con Venezuela, donde asesinaron esta semana a dos soldados profesionales y dejaron otros veinticinco uniformados gravemente heridos.
