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La versión

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Resumen

El artículo reflexiona acerca de cómo algunas personas difaman a otras, utilizando la narrativa para generar animadversión y descredito. Subraya la importancia de analizar quién está detrás de estas calumnias antes de tomarlas como verdades absolutas.

Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
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Es común encontrarnos con personas que relatan versiones de todos los calibres, incluso, calumnias e injuria, con una facilidad sorprendente. Con seguridad, más de una de estas versiones podrían convertirse en insospechables “best sellers” de falacias, malicia y resentimiento. ¡Es verdad! Pero, quién da esa versión y se atreve a tanto, ¿será realmente una persona digna, honesta y de credibilidad absoluta? ¿Valdrá la pena escuchar la versión de su víctima?

Raras veces analizamos el veneno de esa versión narrada con la intención de crear animadversión, ni la clase de persona sinvergüenza que tiene tanto valor para desprestigiar a otros y por supuesto, a sus espaldas.

A medida que la misma calle nos va enseñando, nos muestra la verdadera clase de personas que aparentan ser otras, y aprovechan la confianza del terreno ganado en ciertos círculos, y a punta de falsos testimonios estos “monstruos héroes” se victimizan de las circunstancias que ellos mismos crean para salirse con la suya y generar animadversión en los demás.

En la vida existen métodos facilistas para crear una guerra o detenerla, y para esto es suficiente narrar una mala versión muy bien contada de los hechos, o crear falsos testimonios con argumentos de dolor y rabia con la única intención de tomar venganza.

Tenemos en el diario vivir un lujoso reparto de actores que narran historias con dramatismo amarillista, solo para desprestigiar y debilitar la versión del supuesto victimario, quien muy posiblemente puede tener con toda certeza la verdad absoluta de los hechos. Sucede qué, “El que pega primero pega dos veces”, y a veces, cae tan bajo y pega tan duro que inmediatamente cierra las puertas a la oportunidad de escuchar la otra versión y celebran victoriosos y a plenitud el éxito de sus nefastas intenciones.

La pregunta del millón: Así como un fulano masacra la dignidad de otra persona ante nosotros, ¿con nosotros tendrá el valor de hacer lo mismo? ¿Será, qué ese nefasto personaje solo espera la misma oportunidad tan pronto le demos la espalda? ¿Se puede confiar en alguien así?

¿Dónde quedan las verdaderas oportunidades que merecen las personas para defenderse del chisme y el desprestigio, sí usualmente es más importante la protección de la identidad del victimario que condenar a la víctima tan solo con aceptar una versión?

“En las rupturas amorosas suele suceder que la víctima resulta ser el verdugo y viceversa”. En esta escenografía familiar sucede que varios integrantes terminan involucrados y enemistados en ese despelote, porque cada uno de los “protagonistas” tiene su propia versión, su verdad, su pecado y su secreto. Lamentablemente, en la mayoría de los círculos sociales, laborales, gremios y congregaciones, encontraremos personas malintencionadas e inescrupulosas que defienden su imagen a todo costo destrozando la dignidad y el honor de los demás. ¿Será esto falso?

Afortunadamente, también existen personas brillantes e inteligentes que fijan toda su atención en quien desprestigia a las otras, y con eso toman sus propias conclusiones para revelar a la persona toxica y venenosa.

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