Resumen
El desarrollo vial de Santander ha sido obstaculizado por décadas de proyectos inconclusos y falta de voluntad política, mientras los líderes deberían unirse para mejorar la infraestructura y frenar la migración de la población.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
Desde hace mas de un siglo los santandereanos soñábamos con la construcción de una gran vía por la cordillera de Santurbán hacia la frontera con Venezuela, para otorgarle desarrollo a la franja petrolera de El Catatumbo, que ahora está tomado por organizaciones rebeldes que también soñaron con crear un nuevo país. El exsenador José Luis Mendoza Cárdenas le había propuesto al gobierno del expresidente Misael Pastrana Borrero la compra de tierras por el antiguo camino de herradura que conectaba a Bucaramanga con la población de Arboledas en el Norte de Santander.
En la región de Santurbán la riqueza hídrica y las reservas de oro y plata para facilitar el abastecimiento de agua de la zona metropolitana de Bucaramanga se convirtieron en un objetivo político de aspirantes a cargos de representación popular, que se opusieron a la explotación de las reservas de minerales preciosos, en posesión de empresas extranjeras como la Grace Star, que habiendo invertido muchos millones de dólares terminaron por abandonar el proyecto, por la presencia de guerrilleros en su territorio. Hubo un batallón de alta montaña a raíz de las operaciones militares en la zona minera de Vetas y California, porque era la ruta de grupos armados que estuvieron extorsionando a la población minera.
Las tierras que se había comprado para la construcción de la carretera Bucaramanga – Arboledas por el alto del Escorial fueron ocupadas nuevamente por personas que las consideraron como un bien mostrenco y por consiguiente, abandonadas a su suerte. Había fracasado el proyecto minero y la construcción de la nueva vía a Cúcuta.
La antigua generación de santandereanos ilustres, encabezados por el exgobernador Rafael Ortiz González, que había creado la Universidad Industrial de Santander en 1948, conjuntamente con el director de educación, abogado Mario Galán Gómez y de la Asamblea de diputados, que presidía el escritor Gustavo cote Uribe, logró romper paradigmas, para crear este centro de enseñanza superior, que ahora tendrá la más grande facultad de médicos especialistas en Bucaramanga.
Pero la construcción y pavimentación de las carreteras se quedó atrás. La vía Peralonso – Llanos Orientales, para conectar a Bucaramanga con el Páramo de Almorzadero hacia los antiguos territorios nacionales, había sido también un sueño y una obsesión de los líderes del Gran Santander, que querían conquistar los Llanos Orientales, otra aspiración frustrada en los laberintos del olvido por los diversos conflictos sociales y políticos que ha tenido la comarca.
Varias administraciones departamentales han luchado por la construcción de la carretera Pescadero – Capitanejo, para conectar a la aguerrida provincia de García Rovira, que lleva mas de un siglo, soportando los coluviones del Alto de la Judía, donde en épocas de invierno, se convierten en un escollo para las comunicaciones terrestres con Santa Bárbara, Guaca, San Andrés, Pangote, Molagavita, Málaga y Capitanejo, que reduciría en varias horas la distancia con cualquiera de los centros poblados de esta comarca del departamento.
Esta nota editorial de EL FRENTE es la radiografía del departamento de Santander, donde llevamos muchos años de retraso en la construcción y mejoramiento de la malla vial, mientras los líderes de todos los partidos políticos deberían unirse para mostrarle a su electorado el problema inmenso de la migración de la gente hacia otros departamentos, porque no existe voluntad para ejecutar las obras públicas, en la misma dimensión de nuestros sueños.
