Resumen
El artículo critica al presidente colombiano, Gustavo Petro, acusándolo de desmantelar la democracia y alegando que el país estaba en mejor estado bajo antiguas administraciones. Se convoca a una marcha para rechazar la dirección actual del gobierno.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)Vamos todos a marchar este domingo para darle una lección de honor y democracia a quienes compraron las elecciones presidenciales y ahora pisotean el ordenamiento jurídico, que se ha construido con sangre, sudor y lágrimas del pueblo colombiano, durante más de doscientos años de historia.
El ‘Día Cívico’ decretado por el señor presidente de la república para celebrar el nuevo aniversario de la creación de las guerrillas del Movimiento M19, a las cuales perteneció durante su permanencia en la clandestinidad y con el fin de conseguir mayor espacio político para el denominado ‘Pacto Histórico’, ha sido rechazado por la mayor parte de los gobernadores y alcaldes del país.
El país que recibió el presidente Gustavo Petro Urrego, después de pertenecer varios años a las actividades criminales, era mejor bajo la óptica de las pasadas administraciones, que se esmeraron por crear industrias y mejorar la producción en las zonas agrarias del país. El país acababa de manejar los problemas migratorios derivados de la invasión de venezolanos a quienes se les otorgó albergue y trabajo digno
La apertura democrática, lograda durante las administraciones de los expresidentes Virgilio Barco Vargas, Cesar Gaviria Trujillo, Andrés Pastrana Arango, Álvaro Uribe Vélez, Juan Manuel Santos Calderón e Iván Duque Márquez, logró niveles de altísima productividad, como nunca se había logrado en Colombia.
La manipulación comunista de las organizaciones sindicales y estudiantiles en las universidades públicas, en alianza con las guerrillas del ELN, las FARC y hasta el ‘Clan del Golfo’, para derrocar al gobierno de Iván Duque Márquez fue la estocada final contra el sistema democrático que gobernaba a Colombia y que generaba empleo, educación gratuita, trabajo y vivienda digna, dando lugar al desastre que estamos padeciendo ahora por unas elecciones presidenciales totalmente equivocadas, que nos han conducido al precipicio.
La explosión de partidos políticos, derivada de las equivocaciones que se cometieron en la legislación electoral, creó escenarios mesiánicos absurdos que le han pasado factura a la democracia colombiana, ahora convertida en una colcha de retazos, costosa e inútil, en la anarquía que practica y predica el gobierno del presidente Petro a través de multitud de reformas a la salud, a la educación, a las pensiones y a la justicia, despedazando la Constitución Nacional de 1991, que fue durante treinta y tres (33) años el instrumento del crecimiento económico hasta del nueve por ciento (9%) anual, logrado al final del gobierno de Iván Duque Márquez, que será reconocido en la historia de Colombia como uno de los grandes mandatarios de Colombia.