Le pido al Niño Dios

Carta enviada por un niño precoz, campesino, estrato uno, de 8 años, al Niño Dios legítimo. Respetado Niño Dios: Yo sé que usted es un niño grande que sabe hacer milagros y por eso le voy a pedir, de rodillas, que nos conceda los siguientes milagros, pero a todos los colombianos. Uno.

Le pido a nombre de mis pobres abuelos, que les devuelvan las tierras que les quitaron hace ya tanto tiempo cuando, incluso yo no había nacido. Les tocó huir a la ciudad donde yo nací, a vivir en un inquilinato miserable. Yo les ayudo a pagar el arriendo y algo para la comida trabajando en un semáforo pidiendo limosna. Le pido niño Dios, que les devuelva la consciencia y la razón a los señores congresistas, que no se burlen de los colombianos pobres quitándoles la platica de los auxilios a los más llevados. Le cuento niño dios que yo lloré de ver a los congresistas, todos orondos gritando de felicidad porque habían derrotado al presidente Petro, al no aprobar la ley de financiamiento.

Si los derrotados fuimos nosotros porque enterraron fue a los pobres de Colombia que es casi todo el país. Otro milagro que le pido, Niño Dios, es que no los deje que se choreen la plata de la salud y la conviertan en empresas particulares, en fincas de recreo, en vacaciones en el exterior de los señores que manejan esos dineros. Ellos en las playas de la Costa Azul comiendo caviar, y nosotros sentados en un andén comiendo… a que no adivina.

Ahora, Niño Dios, yo aparte de deportes, quería libros de literatura y poder estudiar en la universidad. Pero si los congresistas acabaron con el presupuesto de la cultura, de los deportes, de las ciencias, entonces ¿qué nos espera a todos los niños de Colombia? Si yo vivo con mis abuelitos, porque a mis papás los mataron en la finca, y ellos ya son mayores de 80 años, entonces, se lo digo en serio Niño Dios, ¿yo qué voy a hacer? Pero es que lo verraco Niño Dios, es que así andamos todos los niños pobres de Colombia, manito.

Entonces, va a tener que enseñarnos a hacer milagros, o que nos preste la lámpara de Aladino, pero en buen estado, y fuera de eso nos enseñe a manipularla. Niño Dios, no sea ateo hermanito. Por qué siendo usted tan justo y tan bueno, tan bacano y con semejante poder, por qué deja que los congresistas le atajen y le tumben todos los proyectos buenos al presidente Petro, mano. Y las Cortes la misma vaina, mano.

Otro favor que le pido, con toda sinceridad, es que no vaya a dejar que una minoría le dé golpe de Estado y tumben al único presidente que se ha preocupado por los más jodidos de este país. Que le ha entregado más de 300 mil hectáreas de tierra a campesinos pobres para que reinicien su vida y vuelvan al campo ya que ellos son los que nos dan de comer cultivando las tierras para producir alimentos, hermanito. Mire cuánto estudiantes pobres ya pudieron entrar a la universidad porque el presidente Petro creó el estudio gratis para todo el que quiera estudiar. Porque es que uno se da cuenta, Niño Dios, que usted está es con los congresistas como si fuera del combo político de ellos, protegiéndoles y agrandándoles las propiedades de muchos millones de dólares, mientras nosotros a duras penas alcanzamos a comer… guácala.

Yo no le estoy pidiendo que les quite a ellos para que nos dé a nosotros, sino que ellos no nos quiten, con la ayuda suya, lo que es de nosotros, hermanito. La virgen María, y hasta el burro, se le van a arrechar por patrocinarlos a ellos y arruinarnos a nosotros ¿oyó? Hermanito.