Lina María Garrido: El rostro firme de una derecha renovada que busca recuperar el país
Resumen
Lina María Garrido, representante por Arauca, critica duramente al presidente Petro y aboga por un cambio político en Colombia. Propone una reforma de la justicia para combatir la corrupción y se perfila como una figura clave de la derecha para las elecciones de 2026.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)Lina María Garrido es una figura que no deja indiferente a nadie. Su verbo duro, su crítica sin filtros al presidente Petro y su apuesta por un país “con dignidad, justicia y sin ladrones en el poder” la posicionan como una protagonista inevitable del ajedrez político que se jugará en 2026. Mientras la izquierda busca mantenerse en el poder, la derecha prepara su artillería, y no es casual que esté considerando a Garrido como la fórmula vicepresidencial que puede dar la batalla en las urnas, pero también en el corazón de los colombianos que sienten que el país está a la deriva.
Por Camilo Ernesto Silvera Rueda - Redacción Política / EL FRENTE
La representante a la Cámara por el departamento de Arauca, Lina María Garrido, ha dejado claro que su papel en la política nacional no será secundario. Oriunda de una de las regiones más golpeadas por el conflicto, esta mujer de verbo firme y tono desafiante se perfila como una de las figuras clave en la consolidación de una fórmula presidencial desde la derecha, para enfrentar, lo que ella llama, “el desastre del gobierno de Gustavo Petro”.
Durante una gira por Santander, Garrido no escatimó palabras para dejar sentada su visión de país, sus críticas al actual mandatario y la necesidad, según ella, de una reestructuración moral y política de Colombia. En diálogo con medios regionales, la congresista lanzó una consigna contundente: "Colombia necesita un ejército de patriotas para recuperar lo que nos han arrebatado. Y si tenemos que repetir la gesta libertadora, lo haremos."
Para Garrido, el gobierno de Gustavo Petro ha sido "el más delincuente de la historia reciente", una afirmación que sostiene con cifras, denuncias y una retórica incendiaria que conecta con sectores indignados del país. En su recorrido por Bucaramanga, la congresista señaló que el supuesto “cambio” que prometió el actual gobierno ha resultado ser “un desgobierno plagado de corrupción, criminalidad y abandono institucional”.
“La economía rural está abandonada, las vías en Santander y Arauca están en condiciones deplorables, y los recursos públicos han sido saqueados sin que la justicia actúe. ¿Dónde están los jueces que deberían tener cero carga laboral para dedicarse exclusivamente a perseguir a los corruptos?”, preguntó en tono vehemente.
Para ella, el mayor cáncer de Colombia no es la falta de recursos, sino la impunidad y el robo sistemático de los dineros públicos. Por eso, su propuesta política central gira en torno a una reforma profunda de la justicia, para que los corruptos “paguen con cárcel, con su patrimonio y pierdan todo derecho político de por vida”.
Acento santandereano y raíz araucana
Aunque nacida en Arauca, Lina María Garrido tiene fuertes vínculos con Santander. “La mitad de mi corazón es santandereano”, confiesa con orgullo, recordando que vivió en Bucaramanga en el año 2010, y que su esposo es oriundo del municipio de Guadalupe.
“Admiro la verraquera del pueblo santandereano, su capacidad de trabajo en condiciones durísimas. Mientras el gobierno le rinde pleitesía a los grupos criminales, los campesinos siguen sacando adelante la economía”, dijo. Y no duda en levantar la voz para denunciar lo que considera una falta de inversión histórica en el departamento: “Santander es la cuarta economía del país y, sin embargo, una de las más olvidadas por el gobierno nacional.”
Aunque Garrido evita hablar de una candidatura presidencial propia, su nombre suena con fuerza como posible fórmula vicepresidencial de un aspirante fuerte del ala derecha, de cara a las elecciones de 2026. Su discurso, sin tapujos, ha captado la atención de sectores que buscan un liderazgo femenino con carácter, coherencia ideológica y una trayectoria de lucha en el Congreso. A su favor, Lina María Garrido cuenta con:
· Más de 20 años de experiencia en causas sociales.
· Su férrea oposición a las reformas de salud, pensional y laboral impulsadas por el gobierno actual.
· Su liderazgo en el control político, donde ha exigido explicaciones por los escándalos de corrupción en entidades como la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo.
· Una presencia mediática creciente y la capacidad de conectar emocionalmente con sectores desencantados del país.
· “Si no logramos constituir un Congreso de gente decente en 2026, no va a pasar nada. La izquierda ya gobernó, y el resultado fue desastroso. La gente no quiere ideologías, quiere resultados”, advirtió.
Críticas al Pacto Histórico y al sistema electoral
Garrido no solo arremetió contra el gobierno de Petro, sino también contra el sistema de financiación electoral, al denunciar que el Estado va a gastar 193 mil millones de pesos para unas internas del Pacto Histórico. “¿Cómo es posible que en medio de tantas necesidades, se estén embolsillando miles de millones con la reposición de votos? Eso es inmoral”, cuestionó.
A su juicio, Colombia se ha convertido en “una de las democracias más costosas del mundo, y una de las más corruptas”. Por eso, una de sus banderas es acabar con la financiación estatal de las campañas electorales. “Que la gente financie a quienes quiere, no que le roben con impuestos para financiar partidos sin credibilidad”.
En un país donde muchos votan “por tradición partidista o por el que reparte dinero”, Lina María Garrido insiste en que la pedagogía política será clave para lograr un cambio real. Hace un llamado a los ciudadanos a dejar de votar por corruptos, incluso si les dan dinero: “Si le dan plata, recíbala. Pero no vote por ellos. Castíguelos.”
Su mensaje no es de centro, ni busca consensos con quienes considera cómplices de la decadencia. Por el contrario, su visión es de ruptura y reconstrucción nacional. Cree que el país debe refundarse sobre los valores republicanos, en línea con figuras como Antonia Santos, Manuela Beltrán y Francisco de Paula Santander, a quienes cita como referentes históricos del temple patriota.
“No hay una segunda oportunidad para Colombia si seguimos permitiendo que nos gobiernen los mismos. El tiempo de los patriotas es ahora”, concluye con determinación.