Resumen
Un disparo en la cabeza resultó fulminante.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)En la oscura noche del sur de Bucaramanga, la vida de Yornaldo Yabriel Ojeda Rivera, de 27 años, fue truncada en un atentado violento mientras conducía su motocicleta Bajaj Boxer. El fatídico suceso ocurrió alrededor de las 11:30 de la noche en el barrio Asturias, específicamente en la transversal 28 con diagonal 104, cerca del puente de Provenza. Dos individuos a bordo de una motocicleta Yamaha RX 115 le dieron persecución, desencadenando un ataque armado que terminó con la vida de Ojeda.
Según las primeras investigaciones, Ojeda Rivera estaba siendo perseguido activamente por los dos agresores, quienes, con una frialdad despiadada, le dispararon al menos cinco veces. Uno de los proyectiles alcanzó su cabeza, causándole la pérdida inmediata del control de su motocicleta antes de llegar a la autopista, en el sentido Floridablanca-Bucaramanga. La víctima yacía en el suelo junto a su vehículo, mientras los agresores, tras perpetrar el ataque, aceleraron su motocicleta y se perdieron en la oscuridad de la noche, tomando las calles 105, Plaza Satélite y la vía antigua a Floridablanca.
La comunidad, sobresaltada por los disparos, alertó a las autoridades a través de la línea de emergencia policial. Al llegar al lugar, los uniformados confirmaron la trágica escena: Yornaldo Yabriel Ojeda Rivera ya no mostraba signos vitales. La inspección técnica al cadáver quedó a cargo del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI), que recolectó evidencia crucial para la investigación.
El Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses recibió el cuerpo en su morgue del barrio Campo Hermoso. Mientras tanto, las autoridades revisan detenidamente las grabaciones de las cámaras de seguridad en la zona para identificar a los responsables del crimen y desentrañar los posibles motivos detrás de este acto violento.
Los relatos de los residentes que presenciaron el evento indican que el conductor de la motocicleta llevaba una camiseta blanca, mientras que el parrillero vestía una camiseta azul oscura. La investigación sigue su curso, y la comunidad, consternada por este episodio de violencia, espera respuestas que arrojen luz sobre este trágico suceso en el sur de Bucaramanga.