Los cuatro jinetes

Uno de los logros más significativos ha sido el progresivo avance del marco regulatorio para el desarrollo de los proyectos de infraestructura vial concesionados, siendo las leyes 1682 de 2013, 1508 de 2012 y sus decretos reglamentarios, las disposiciones que impulsaron el despegue en la estructuración y ejecución de estos proyectos.

Por su parte, la Ley 1682 de 2013 sentó las bases para avanzar en una gestión con eficacia, eficiencia y efectividad en el objetivo final que era evitar el estancamiento en la ejecución de los proyectos.  Sin embargo, pasados más de 10 años desde la entrada en rigor de esta ley, se siguen presentando ineficiencias en estos cuatro aspectos por la dificultad de alinear directrices y coordinar con agentes externos a los proyectos.

Un hecho que fomenta que se subvalore y se les dedique poca importancia a los procesos desarrollados en estos cuatro componentes es que el costo estimado para la ejecución estas áreas solo alcanza al 10%, aproximadamente, del valor total de los contratos, lo que redunda en responsables individuales que se comportan como entes aislados, ignorando que muchas de sus gestiones se traslapan con las de otras áreas, generando reprocesos y desgastes en la coordinación con los otros agentes involucrados en el proyecto.

Sin embargo, la experiencia en diferentes proyectos ha evidenciado que sin la liberación oportuna de estos cuatro aspectos que representan el 10% del contrato, no se podrá desarrollar el 90% restante, o en su defecto, se tendrán más dificultades de las previstas, generando retrasos y sobrecostos; un ejemplo de ello es la fallida concesión Bucaramanga-Pamplona, el Regiotram de Occidente, y la Primera Línea de Metro de Bogotá, entre otros, que ya cuentan con varios hitos vencidos.

Para mayor eficiencia de los proyectos, estos “Cuatro Jinetes” deben unificados en una sola gerencia con alto conocimiento técnico y contractual, que además tenga capacidad de decisión y alto relacionamiento con los agentes externos al proyecto de infraestructura vial como: Operadores de Redes, Entidades Públicas, Alcaldías, Comunidades, entre otras; y de esta manera liberar al constructor de los problemas de gestión, permitiéndole hacer mejor su trabajo.

Este tipo de acciones, sumadas a la elección de diseñadores adecuados, profesionales preparados para la construcción y operación de forma separada, asegura que los proyectos se ejecuten de manera eficiente, eficaz y efectiva.

*Álvaro Vecino Pico. E-mail: fundparticipar@yahoo.es