Los pasos perdidos

A comienzos de 2007 causaba gran revuelo al interior de Convergencia Ciudadana el rumor que el partido había ingresado a la gran coalición del gobierno del presidente Uribe. Las directivas, senadores y representantes junto al gobernador Aguilar, asistían al salón Gobelinos a la posesión del nuevo embajador en Venezuela Fernando Marín Valencia. El rumor además era, que Convergencia había adoptado a Marín Valencia postulándolo como su candidato para esa embajada y antes de mitad de año el gobierno le entregaría el Invima a Convergencia Ciudadana.

Ese día hubo un incidente de soberbia que marcó el destino de buena parte de la política comarcana. En el salón Gobelinos esperaban todos los invitados junto al nuevo embajador el ingreso del presidente. Entre los asistentes estaba el exfiscal Alfonso Valdivieso Sarmiento. De repente se abrió la puerta y entró al salón el presidente Uribe acompañado del gobernador Hugo Aguilar. Uno a uno, Uribe y Aguilar fueron dando la mano a los asistentes.

Cuando correspondió el turno al exfiscal, Uribe hizo lo propio, pero Aguilar dejó con la mano extendida a Valdivieso Sarmiento, le reclamó por una reciente opinión expresada por el exfiscal que incomodaba a Aguilar. El suceso, aunque no trascendió mediáticamente, por lo que pude deducir de un café que compartí con el Doctor Valdivieso en Oma de la calle 73 cerca de la Universidad Santo Tomas en 2011, marcó el rumbo de muchos aforados. Ese día supe de la preocupación de Rafael Ardila Duarte por la supuesta apertura de investigación de la DEA por lavado de activos, investigación que resultó ser una falacia según lo constató el propio General Oscar Naranjo. A Rafael le había llegado la información, que por inquina de Aguilar el gobierno americano estaba requiriendo a Colombia por información sobre sus actividades comerciales.

Entre tanto en Santander se definía quien podría ser el sucesor de Hugo Aguilar. Sonaba entonces como sonó recientemente, la posibilidad de Fernando Vargas Mendoza, pero este no se le midió a una eventual consulta. Pero existía el compromiso tácito para que fuera el gerente de Solsalud y Secretario General de Convergencia Ciudadana Jairo Céspedes Camacho, dado el papel que habían jugado las dos organizaciones en la elección de Hugo Aguilar, sin embargo, este no caía bien en los sectores que aún quedaban afectos a la izquierda y que no conocían las líneas que estaban cruzando las dos instituciones puesto que se creía en lo dialéctico e ideológico. De manera pragmática Hugo Aguilar comenzó a impulsar el nombre de Didier Tavera Amado.

La convención de Convergencia Ciudadana de 2007, conto con la asistencia de Carlos Alonso Lucio y Cecilia López Montaño.  Tuvo como desenlace la salida de Jairo Céspedes Camacho de la secretaría general del partido para ser nombrado director de Invima. Dos consecuencias ese día; tomó fuerza el candidato de Aguilar, Didier Tavera y los Liberales con uno de los representantes de Convergencia Ciudadana, buscaron a Horacio Serpa Uribe y le propusieron asumir la candidatura a la Gobernación de Santander.