Los pecados capitales de Armando Benedetti
Resumen
Armando Benedetti enfrenta juicio por tráfico de influencias: usó su poder para favorecer a Certicámara en una convocatoria de FONADE, aunque no se hallaron pruebas de interés indebido en contratos.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)Por tráfico de influencias en contratación oficial
El director de FONADE lo elige el presidente de la República, que para ese entonces era Juan Manuel Santos. A la Casa de Nariño, como parte de una terna, llegaron dos nombres para el cargo: Jorge Iván Henao Ordóñez y Ariel Alfonso Aduen Ángel, este último fue elegido, porque, según los testimonios que reposan en la Corte Suprema, su hoja de vida fue llevada y recomendada personalmente por Armando Benedetti Villaneda, quien, según las versiones recopiladas, había acordado ese nombramiento en las reuniones con Néstor Humberto Martínez.
Henao no quedó en el cargo, pero en agosto de 2016 llegó como contratista al Fondo gracias a su amistad con El Ñoño Elías. Sus funciones, en palabras sencillas, era ser el enlace entre FONADE y el Congreso, donde fue presentado con Benedetti ese mismo año.
En julio de 2016, FONADE abrió una convocatoria para contratar una empresa que se encargara de la digitalización de más de cinco millones de documentos.
Las versiones que tiene la justicia apuntan a que como Certicámara no estaba dentro de los oferentes, Henao Ordóñez movió hilos dentro de la entidad para que esa convocatoria se cayera y tuvieran que abrir otra en 2017, en la que participó y ganó Certicámara, al parecer, por la influencia de Armando Benedetti.
Con esas pruebas, la Corte determinó que hay con qué llevar al ahora jefe de despacho de Presidencia a juicio por tráfico de influencias, pero no por interés indebido en contratos.
Según la Sala de Instrucción, no había pruebas de que Benedetti se interesara como tal en el contrato que se le dio a Certicámara, sino que solo intervino para que la empresa lo obtuviera.
Así las cosas, el alto tribunal se alista para iniciar el juicio contra Benedetti, que está en medio de una tormenta política que se generó con su llegada al alto gobierno. Además, arrancó una guerra judicial contra el director de la Unidad Nacional de Protección (UNP) Augusto Rodríguez, quien lo señala de tener vínculos con el zar del contrabando, Diego Marín Buitrago, alias Papá Pitufo.