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Ludoteca Mi Refugio: Un espacio seguro para los niños de Bucaramanga

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Resumen

La Ludoteca Mi Refugio en Bucaramanga, apoyada por la Fundación Cultura, Arte & Paz, ofrece un espacio seguro para los niños con talleres mensuales como manualidades y manejo de emociones. Su impacto en la comunidad es evidente, mejorando la expresión emocional y habilidades artísticas.

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La Fundación Cultura, Arte & Paz, una organización comprometida con el bienestar de los niños de Bucaramanga, trabaja en la Ludoteca Mi Refugio, ubicada en la calle 1bn #19-15 del barrio Transición 3 en la Comuna 2. La ludoteca ofrece un espacio seguro para los niños del barrio, promoviendo el desarrollo integral a través de diversas actividades, como manualidades, manejo de emociones, prevención del bullying, abuso sexual y acoso escolar. Este mes, se han centrado en las manualidades, y próximamente se abordarán temas como el manejo de emociones y la resolución de conflictos.

Anyi Zulay Carreño Delgado, Coordinadora de la Ludoteca Mi Refugio, explicó cómo nació el nombre del espacio: “Eso fue en compañía de las mamitas de la comunidad. Debido a que no teníamos un espacio seguro, se generó lo que fue la ludoteca y, asimismo, nació el nombre, Ludoteca Mi Refugio. Las actividades que manejamos son muy diversas, también tratamos mucho lo que son las emociones y la prevención del bullying, que eso sí, les hace mucho énfasis, inclusive el respeto”.

El objetivo principal de la Ludoteca es brindar un entorno en el que los niños puedan desarrollarse de manera integral y aprender a convivir de forma respetuosa y sana. Carreño explicó: “La Ludoteca Mi Refugio nació con el propósito de ofrecer un espacio seguro para los niños del barrio Transición. Su creación responde a la necesidad de brindar un entorno de aprendizaje, recreación y protección, donde los niños puedan desarrollarse de manera integral”.

Anyi Zulay Carreño Delgado, Coordinadora de la Ludoteca Mi Refugio/Suministrada.

Actividad destacada

Cada mes, la ludoteca establece temáticas diferentes según las necesidades de los niños y los voluntarios disponibles. En este sentido, Carreño explicó: “Las temáticas se determinan en función del tipo de voluntariado que llega a la Fundación. A partir de esto, se elabora un cronograma semestral que permite organizar y distribuir los talleres según las habilidades y conocimientos de los voluntarios”.

Este mes, por ejemplo, se llevaron a cabo talleres de manualidades en los que los niños aprendieron a forrar útiles escolares con foamy, guiados por una líder comunitaria. Para mantener el interés de los niños en las actividades, se integran dinámicas físicas y juegos que hacen que el aprendizaje sea más interactivo y divertido. “Para garantizar la participación de los niños, todas las actividades incluyen dinámicas físicas y juegos independientemente del tema tratado”, comentó Carreño.

El impacto de la ludoteca en la comunidad ha sido significativo. Según Carreño, se ha visto un aumento en la asistencia y el compromiso de los niños, así como mejoras en la expresión de emociones y la convivencia. “Nuestros niños muestran mayor confianza en sí mismos y desarrollan nuevas habilidades manuales y artísticas”, añadió.

Además, la ludoteca cuenta con alianzas estratégicas con diferentes organizaciones y voluntarios que fortalecen los talleres que se imparten. Entre estas alianzas destacan BucaraVolunturs, un grupo de voluntarios extranjeros que apoyan en diferentes actividades; World Vision, que contribuye con recursos y talleres; una profesora rusa que imparte clases de inglés, y un licenciado en música que brinda formación musical a los niños.


Más allá de la ludoteca

En cuanto a los planes futuros, Carreño adelantó que el próximo mes se llevarán a cabo talleres enfocados en el manejo de emociones, con el objetivo de ayudar a los niños a reconocer, expresar y gestionar sus sentimientos de manera saludable.

Edwin Rojas, director de la Fundación Cultura, Arte & Paz, también compartió su visión sobre la misión principal de la organización en sus diferentes áreas de trabajo, haciendo especial énfasis en la ludoteca y el rescate de las tradiciones culturales a través de la danza folklórica. “La ludoteca es un espacio seguro para que nuestros niños vengan, aprendan y estén cómodos. Además, en la danza folklórica, con el grupo de danzas Bucaregua, buscamos rescatar y promover las tradiciones de nuestra tierra como santandereanos”, señaló Rojas.

Además de la ludoteca y el grupo de danzas, la Fundación trabaja en una ruta de turismo comunitario con el fin de impulsar el turismo sostenible y fomentar emprendimientos locales. Rojas explicó que uno de los impactos que busca generar la Fundación es la creación de proyectos productivos autosostenibles en los que participen niños, jóvenes y madres de la comunidad.

No obstante, la Fundación ha enfrentado varios desafíos en el desarrollo de sus proyectos. Rojas destacó la sostenibilidad financiera como el principal reto: “El número uno es la sostenibilidad financiera, conseguir recursos estables ha sido uno de los mayores retos. Y la infraestructura, a pesar de que ya tenemos un espacio propio, aún nos hace falta mucho más espacio, mobiliario y herramientas”. Además, mencionó la necesidad de lograr un mayor compromiso de la comunidad en temas como el manejo de residuos y la articulación con otras organizaciones para seguir fortaleciendo sus actividades.

A pesar de los desafíos, la Fundación Cultura, Arte & Paz sigue trabajando con dedicación para mejorar la calidad de vida de los niños y jóvenes de la comunidad, promoviendo el aprendizaje, el arte y la cultura como herramientas para el desarrollo integral y la transformación social.

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