Maduro

Por: Christian Ayola.

Desde antes de las elecciones, los peripatéticos veníamos debatiendo acerca de lo que sucedería en Venezuela de acuerdo con los resultados electorales, apostamos a que el ganador sería Edmundo González, respaldado por María Corina Machado, habíamos seguido las manifestaciones y entendíamos el clamor del pueblo venezolano expresado en todos los ámbitos.

La posición pesimista era que Maduro no entregaría el poder, pero nadie imaginaba un juego sucio, tan de frente y tan cínico, pero mucho menos la impotencia de los países de la OEA y del mundo entero, aunque algunos desconocieron como nuevo presidente a Maduro, no ha pasado de ser un saludo a la bandera.

El sátrapa, secundado por sus esbirros, Vladimir Padrino y Diosdado Cabello, atropelló a la democracia venezolana y a la población inerme, que no tiene capacidad para dar respuesta al fuerte aparato militar con el que cuenta. Se conocen detalles de inteligencia sobre la fábrica de drones que Irán tendría en Venezuela; así también, que en ese territorio tienen asiento las Spetsnaz (grupo de operaciones especiales de la federación rusa); Guardias Rojos Republicanos de Irán y la Inteligencia cubana, que cuenta con un grupo de choque motorizado paramilitar, conformado por civiles armados, cuadrillas que con el solo rugir de sus motos atemorizan, son los llamados avispas negras, que siguen a las personas cuando regresan de las marchas pacíficas, cobardemente las apalean, disparan y asesinan.

Pero hay algo más que nos asombra, el silencio de quienes se consideran éticos y transparentes, ningún notorio progre local ha salido a criticar la posición tiránica de Maduro y su séquito. ¿Qué decir de la posición distractora de los presidentes de México, Brasil y Colombia, quienes han solicitado el diálogo? un imposible, porque se trata de una retención ilegal del poder respaldado por las fuerzas armadas, y cualquier diálogo no pasará de ser un distractor; repetir elecciones, con el control que tiene el régimen, sería mucho peor, lo único que lograría sería validar a Maduro y perpetuarlo. Los tres presidentes lo saben, pero actúan con espíritu de cuerpo, siguiendo la agenda del foro de Sao Paulo que busca implantar el neo comunismo en América.

La posición de los Estados Unidos ha sido tibia, es la de un tigre de papel; y de quedar Trump, tampoco intervendrá, su política consiste en que los conflictos de otros países deben definirlos sus ciudadanos. Al pueblo venezolano le ha faltado determinación, avanzar a Miraflores hubiese costado innumerables víctimas, ¿pero qué alternativa les quedaba? Si en su momento no tuvieron el coraje, cada día que pasa, se irá perdiendo efervescencia y calor y sentirán las cadenas y los grillos que los esperan. Por lo visto, tendremos Maduro y dictadura para largo. ¿Colombia también caerá?