Resumen
El artículo describe cómo un viento helado entra por una ventana, se sosiega en un sofá, y observa por TV la violencia en Colombia: ataques del ELN, crímenes urbanos y conflictos entre bandas. El viento, incomodado por la tragedia, sale lamentando.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)Estaba reposando el almuerzo y por la ventana del estudio de televisión entró un viento helado y se sentó en el sofá a mi lado. Me increpó con silbidos y ruidos fuertes mientras las cortinas se estremecían golpeándose con los cristales de la ventana.
No le hice caso al estropicio que se produjo al entrar por la ventana y ya sentada en el sofá se calmó. Se quedó conmigo ya en calma y vimos las informaciones por TV que hacen parte de la tragedia nacional.
Los devastadores en el departamento de Nariño atribuibles a manos criminales. Guerrilleros del ELN hostigan la población de Fortul en Arauca y jóvenes que jugaban un partido de fútbol se lanzan al suelo para esquivar las balas y reptan hasta llegar a un sitio debajo de las graderías para protegerse. Pánico y población civil en riesgo por manos criminales.
Guerrilleros del ELN Destrozan oleoducto Caño Limón Coveñas produciendo fuerte impacto ambiental, contaminan agua de pobladores y anegan de crudo negro los lugares de pesca artesanal conque sobreviven pescadores de la zona. Obra de manos criminales.
Motoladrones invaden las ciudades de Colombia. Raponazos de celulares y bolsos y las victimas terminan en el pavimento con escoriaciones si no los asesinan por resistirse al atraco. manos criminales arrebatan bienes y vidas.
Sicariatos en las principales ciudades donde caen asesinados muchachos y menores de edad en una guerra sin cuartel entre bandas de microtráfico por el control de territorios urbanos. manos criminales destrozan la vida de niños y jóvenes por el vicio.
El Hospital Militar volvió a congestionarse de soldados heridos por ataques de clanes mafiosos del narcotráfico, de la Guerrilla y de bandas criminales; manos criminalesdesmembrando piernas con minas antipersonales y lesionando el cuerpo con graves secuelas a los jóvenes soldados de la patria.
Observaba como mi compañero de sofá se sentía incómodo y en esas estaba cuando vi salir con furor y de forma desesperada al viento que estaba viendo la TV conmigo. La ventana no estaba abierta de par en par y le tocó salir con estrechez por donde ingresó, sino que esta vez no se despidió como entró con un silbido, sino que lo hizo con un lamento.