"Me lo pedían sedadas": la perversa confesión del enfermero que abusó de sus pacientes anestesiadas
Resumen
Kevin Coolong, ex enfermero, enfrentó investigaciones por conducta inapropiada con pacientes sedadas y renunció a su licencia tras varias denuncias. Admitió algunos hechos y fue diagnosticado con trastorno de ajuste y rasgos de personalidad narcisista.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)Kevin Coolong, ex enfermero anestesista en la red médica Atlantic Anesthesia, ha sido objeto de una investigación formal por parte de la Junta de Enfermería de Virginia, tras múltiples denuncias de conducta sexual inapropiada hacia pacientes sedadas. Los casos, documentados en expedientes judiciales y reportados por medios como ABC News, People y CBS News, abarcan un periodo de más de quince años y culminaron con la renuncia definitiva de Coolong a su licencia profesional en agosto de 2024.
La investigación reveló al menos cuatro incidentes registrados en el documento oficial de la Junta, incluido uno ocurrido en febrero de 2024 durante una cesárea, en el que una paciente aseguró que Coolong introdujo su pulgar en su boca con el argumento de despejar una obstrucción en sus vías respiratorias. Otro de los casos más antiguos se remonta a 2017, cuando una mujer afirmó que fue besada por el enfermero tras un parto. En un principio, Coolong negó los hechos, pero terminó por admitirlos en etapas posteriores del proceso.
Más denuncias surgieron con el paso de los años. En 2022, una paciente bajo anestesia relató haber sido besada mientras estaba parcialmente inconsciente durante una cirugía de mano. Otra mujer denunció que fue tocada de forma inapropiada en 2018 tras recibir sedación espinal en un hospital de la red Sentara. Si bien en un primer momento la institución no dio seguimiento a las quejas, las admisiones posteriores de Coolong confirmaron la veracidad de varios de los testimonios.
Durante una evaluación psicosexual obligatoria, el propio Coolong reconoció haber cometido algunos de los actos señalados, alegando que fueron una respuesta a lo que él interpretó como señales afectivas de las pacientes. Según People, el enfermero llegó a responsabilizar parcialmente a las víctimas por lo sucedido, asegurando que "se mostraban demasiado cariñosas" con él, lo cual —en su opinión— lo llevó a pensar que sus acciones serían bien recibidas.
El informe clínico de la evaluación arrojó un diagnóstico de trastorno de ajuste con rasgos de ansiedad y depresión, así como características de personalidad narcisista y antisocial. Este perfil, según expertos consultados por los medios estadounidenses, representa un serio riesgo en entornos médicos donde los profesionales deben mantener altos estándares éticos y de autocontrol emocional.
Ante la gravedad de las acusaciones y las pruebas acumuladas, Coolong accedió a entregar su licencia profesional de manera permanente. La Junta de Enfermería de Virginia aceptó su renuncia y dejó constancia de la inhabilitación definitiva para ejercer.