Resumen
La gobernadora del Valle del Cauca, Dilian Francisca Toro, ha declarado una emergencia tecnológica y planea adquirir inhibidores de señal para contrarrestar los ataques de drones realizados por organizaciones criminales, poniendo en riesgo la seguridad ciudadana.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)La gobernadora del Valle del Cauca, Dilian Francisca Toro, ha declarado una emergencia tecnológica en respuesta a los recientes ataques perpetrados por organizaciones criminales utilizando drones. En un comunicado urgente, Toro reveló que se están adquiriendo inhibidores de señal para contrarrestar estos ataques que han puesto en peligro la seguridad de la población civil.
"Nos están atacando con drones, y no podemos esperar más. Estamos en proceso de adquisición de tecnología especializada para proteger a nuestros ciudadanos", afirmó Toro, destacando la gravedad de la situación en municipios como Jamundí, Morales y Argelia.
La mandataria regional enfatizó que la compra de estos inhibidores se realizará con recursos propios de la Gobernación del Valle, sin depender de la ayuda del ministerio de Defensa. "No podemos esperar a que nos proporcionen los equipos desde el ministerio. La seguridad de nuestros habitantes es nuestra prioridad", recalcó.
Este anuncio se produce en medio de la "Misión Cauca" lanzada por el ministerio de Defensa la semana pasada, una operación destinada a abordar la creciente crisis de orden público en la región suroccidental de Colombia. El ministro Iván Velásquez ha vinculado el reciente aumento de la violencia con el levantamiento del cese al fuego por parte de las disidencias de las FARC, subrayando la necesidad de medidas urgentes para contener la situación.
En respuesta a las acciones del gobierno central, el presidente Gustavo Petro respaldó las operaciones de las Fuerzas Militares en el Valle y el Cauca, argumentando que se están logrando avances significativos para restablecer el control estatal en la zona.
La adquisición de inhibidores de señal para drones representa un paso crucial en la estrategia de seguridad del Valle del Cauca, buscando mitigar el impacto de los ataques tecnológicamente avanzados que han desafiado las capacidades tradicionales de las fuerzas de seguridad colombianas.