Resumen
"Sed" de Emma Lucía Ardila es una obra que explora la adolescencia y sus contradicciones a través de la protagonista Raquel. Ubicada en un ambiente rural de represión y violencia, la narrativa se centra en sus memorias pasadas y futuras, y las presencias y ausencias que forman su mundo.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)Por: Jimmy Fortuna*
Susaeta Ediciones comparte una novedad con sus lectores: Sed, de Emma Lucía Ardila, obra narrativa que se centra en el universo juvenil de Raquel, quien, frente a los cambios que surgen en su mundo circundante, pondrá en evidencia las reflexiones, contradicciones, equivocaciones y acciones, propias de su edad, que dan vida a este libro, que se convierte en un compendio de sus memorias, de sus presentes, de sus pasados y posibles proyecciones.
Con una impecable diagramación e ilustraciones, esta narración ofrece, entre epígrafes de la autora y de Jaime Sabines, un portal para ingresar al complejo, surrealista e inquietante ámbito de la adolescencia, en el que Raquel señala que «A veces le cedo el puesto a Sara. Ella es cambiante y siempre quiere algo nuevo, le encanta estar yendo de un sitio a otro, conociendo lugares, descubriendo cosas. También está Olga. Con ella tengo problemas porque siempre quiere imponerse, es mandona y todo el tiempo está vigilándonos [...] Aura es la menor y la más maliciosa, continuamente está pensando cosas de esas que mi mamá me prohíbe, pero nos divierte con sus travesuras». En este panorama transcurre el periplo de la protagonista: en un maremágnum de voces, de presencias y de ausencias. Mientras esto sucede, sus espacios son invadidos por la impotencia, el desconocimiento y la falta de empatía.
Emma Lucía Ardila, escritora bumanguesa, permite que el lector de Sed pueda entrar en esas contradicciones, en esas polifonías constantes e incesantes, que llevan a Raquel a construir y reconstruir sus memorias, traídas de diferentes momentos, escenas y ámbitos, en los que se evidencia un ambiente rural, imbuido de represión y violencia, y en el que el silencio es la nota predominante. Además, ingresar a esta obra es entrar al mundo femenino, con sus tabúes y restricciones, ilusiones y ensoñaciones, características en ciertos espacios sociales, en los que las figuras paternas y maternas son la representación de la ley.
Por otro lado, a medida que se avanza en la lectura de esta obra, organizada en dos partes: Raquel y Risaura, el lector le otorgará sentido al título, debido a que, en varios capítulos, la narradora centrará su interés en este proceso: «Esa sed terrible nos afectaba a todas». Además, podrá ahondar en el perfil psicológico de la protagonista, su ambiente familiar y sus fantasías.
Sed, de Emma Lucía Ardila, es un libro que ofrece una profunda mirada a esa época, ávida de acción, sueños, encuentros y desencuentros, en los que la mente ofrece un panorama inexplorado.
*Catedrático de la Universidad Industrial de Santander