Resumen
La Justicia Especial de Paz (JEP) de Colombia reveló detalles de la ejecución de dos civiles en 2008, presentados falsamente como bajas de guerra. Testimonios indican que superiores militares planearon y encubrieron el crimen.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)En una audiencia reciente ante la Justicia Especial de Paz (JEP) en la Subsala Catatumbo, se han revelado detalles escalofriantes sobre la ejecución de dos civiles en Ocaña, Norte de Santander, en 2008. Adaias Pedraza y Wilmar Barbosa fueron asesinados y presentados falsamente como bajas en combate por miembros del ejército.
Durante la sesión, varios testigos confesaron cómo se planeó y encubrió el crimen. Uno de los implicados narró que recibió órdenes directas de sus superiores para ejecutar a las víctimas. “Cuando el cabo primero Gutiérrez me dice que esos sujetos eran para dar de baja y me los pasa el coronel Rincón, me dice deles baja”, declaró el testigo, según La W Radio.
El plan consistió en simular un enfrentamiento para justificar los homicidios como parte de una operación militar legítima. Para llevar a cabo esta simulación, los militares dispararon a los cuerpos de las víctimas y crearon una escena de combate ficticia. El testigo relató: “Yo disparé primero a las víctimas y luego ordené a otros soldados que dispararan hacia un hueco para simular un enfrentamiento”.
Además, otro testigo reveló que se disparó a un compañero soldado para aumentar la credibilidad de la falsa versión del combate. “El cabo Gutiérrez le disparó al cabo Palacios en el chaleco con un revólver para simular que hubo un combate real y que el soldado había sido impactado en el pecho”, explicó.
Estos testimonios han puesto de relieve la brutalidad y el encubrimiento de los crímenes cometidos, con implicaciones que involucran a militares de rangos superiores.