Resumen
Más de 500 funcionarios del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario de Colombia han recibido amenazas de muerte en los últimos dos años. La mayoría de ellos no cuentan con esquemas de seguridad, lo que despierta preocupación y críticas.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
El ministro de Justicia, Néstor Osuna, reveló hoy que más de 500 funcionarios del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) han recibido amenazas de muerte en los últimos dos años. De estos, solo 63 cuentan con un esquema de seguridad, lo que ha generado preocupación y críticas sobre la eficiencia de los mecanismos de protección.
La alarmante revelación llega un día después del asesinato del director de la cárcel La Modelo de Bogotá, el coronel retirado de la Policía Élmer Fernández, quien había solicitado protección tras recibir amenazas, pero no la obtuvo a tiempo debido a demoras burocráticas.
“El coronel Élmer Fernández había recibido una amenaza en un panfleto que circuló el jueves de la semana pasada, él había puesto la denuncia ante la Fiscalía el viernes y el martes introdujo el procedimiento de protección ante la Unidad Nacional de Protección (UNP)”, explicó el ministro Osuna en una rueda de prensa. A pesar de su solicitud, Fernández no recibió la protección necesaria antes de su asesinato el jueves 16 de mayo.
Demoras en la protección
Osuna detalló que, de las 506 amenazas denunciadas por funcionarios del Inpec, 263 aún están en trámite ante la UNP, una entidad dependiente del Ministerio del Interior. La tramitación de cada caso puede tardar varias semanas, un retraso que ha resultado en consecuencias trágicas. “Ojalá el trámite fuera más breve”, comentó el ministro, subrayando la necesidad de agilizar el procedimiento de protección.
Para abordar esta problemática, Osuna anunció que en un reciente Consejo de Seguridad se acordó proporcionar medidas de protección preventiva para ciertos cargos sin necesidad de amenazas explícitas. “La experiencia tan terrible que hemos vivido nos indica que tenemos que aligerar el estudio de cada caso para que sea inmediato y probablemente tengamos que reforzar la protección a los cargos y a las amenazas darles un trámite más inmediato”, añadió.
Fernández, que llevaba apenas 42 días en el cargo desde su nombramiento el 4 de abril, fue asesinado por sicarios cuando se movilizaba en un vehículo sin protección especial. Este ataque subraya la vulnerabilidad de los directores de cárceles, particularmente en instituciones de alta importancia como La Modelo.
Vulnerabilidad expuesta
El ministro Osuna indicó que revisarán las normas para considerar la provisión de vehículos blindados a los directores de cárceles y otros altos funcionarios del Inpec. También señaló que, aunque el Inpec vigila las cárceles y la Policía protege sus entornos, el asesinato de Fernández ocurrió en una vía pública, lo que destaca la necesidad de una mayor protección fuera de los recintos penitenciarios.
Sobre la autoría del crimen, Osuna mencionó que “hay varias hipótesis” en consideración, pero evitó anticipar alguna. Una amenaza previa a Fernández fue hecha por un preso conocido como ‘Pedro Pluma’, quien está condenado por múltiples delitos y ha estado recluido en La Modelo desde hace dos años. La investigación continúa para determinar si la responsabilidad del crimen es individual o colectiva.
El ministro concluyó reafirmando el control sobre las cárceles del país y reconociendo que el mayor rigor ejercido por las autoridades ha traído represalias. “La situación de las cárceles del país no está fuera de control, la disciplina en las cárceles se aplica”, afirmó, destacando la necesidad de mayor protección para el personal del Inpec.
