MinSalud invitó a 'Tomar Chicha y guardar la plata debajo del colchón'
Resumen
En Popayán, el ministro de Salud, Guillermo Jaramillo, arremetió contra grandes empresarios, abogó por la protesta económica ciudadana y anunció 150 millones de dólares para mejorar la salud mental. Su discurso reabre el debate sobre la reforma sanitaria en Colombia.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)Durante una audiencia pública celebrada en Popayán, el ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, criticó abiertamente a los grandes grupos empresariales del país, en especial a los dueños de la industria cervecera y los conglomerados bancarios. Su intervención, centrada en la reforma a la salud y el papel del trabajo en la economía nacional, generó controversia por el tono directo y desafiante de sus declaraciones.
“Que se consuma diez veces más cerveza no significa que ellos estén generando la riqueza. Es del trabajo de nosotros que se genera la riqueza”, señaló Jaramillo, quien llamó a los ciudadanos a dejar de consumir productos como cerveza, gaseosa y a guardar su dinero fuera del sistema bancario como forma de protesta. “Guardemos la plata en el colchón y no en los bancos Aval, a ver qué pasa con Sarmiento”, dijo, en referencia directa al empresario Luis Carlos Sarmiento Angulo.
Además, el ministro cuestionó la percepción de superioridad entre clases sociales, criticando las divisiones generadas por el poder económico: “Aquí uno se cree superior porque tiene un carro o una casita. Nos han dividido, pobres luchando contra pobres”.
Jaramillo también anunció que el gobierno destinará USD 150 millones para fortalecer la salud mental y reiteró que se eliminarán las órdenes de prestación de servicios y contratos sindicales en los hospitales, promoviendo la vinculación directa y estable del personal médico.
Finalmente, hizo un llamado a la unidad de los sectores populares para respaldar el cambio estructural en el sistema de salud y enfrentar la polarización: “El hambre no tiene color político. Aquí nos tenemos que reunir todos los que trabajamos”.
Su intervención fue celebrada por algunos sectores, mientras otros la calificaron como populista y provocadora, reavivando el debate sobre el modelo económico y la reforma sanitaria en Colombia.