Muebles, cultura y motivación renovaron una escuela en Betulia
Resumen
La Universidad Industrial de Santander llevó mobiliario y equipos al Colegio Nuestra Señora de la Paz en Betulia, creando no solo un ambiente renovado sino también un acto simbólico de inspiración y cambio para los estudiantes.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
Los pasillos del Colegio Integrado Nuestra Señora de la Paz, en el municipio de Betulia, se llenaron de vida, emoción y agradecimiento. La visita de la Universidad Industrial de Santander (UIS) no fue simplemente una entrega de materiales. Fue una jornada cargada de simbolismo y compromiso, en la que la educación pública extendió su mano para inspirar sueños y transformar realidades.
Hasta este cálido rincón del sur de Santander llegó el equipo del programa Donaciones con Responsabilidad Social de la UIS, cargado de pupitres, escritorios, estanterías, equipos de laboratorio y computadores que ahora renovarán el ambiente educativo de los estudiantes betulianos.
“Estas donaciones las recibimos con un agrado inmenso. Felicito a la UIS por pensar en instituciones como la nuestra. Esto permite que nuestros estudiantes sueñen con llegar a la universidad”, manifestó con firmeza y emoción el rector del colegio, Edilberto Figueredo Acevedo, durante el acto protocolario de entrega.

Pero la jornada fue más allá de lo material. Estuvo acompañada de expresiones culturales que tocaron fibras profundas en la comunidad. Los grupos de Danza y Teatro UIS presentaron coreografías y escenas que arrancaron aplausos y miradas brillantes entre los niños y jóvenes, demostrando que el arte también educa, inspira y fortalece los lazos sociales.
“Recibimos estas donaciones con mucho amor y respeto. Ustedes han logrado algo importante: hacernos felices. A mis compañeros les digo que crean en sus capacidades, que hagan todo con el corazón y que nunca dejen de soñar”, expresó emocionado Walter Pulgarín Pacheco, estudiante de grado décimo, quien se dirigió al equipo de la UIS con palabras sinceras.
Por su parte, Danna Milady Garcés, alumna de grado undécimo, valoró la transformación tangible en el entorno escolar: “Un entorno digno y bien equipado mejora nuestra manera de aprender. El colegio se siente más como un segundo hogar. Les digo a mis compañeros que estudien lo que les gusta, que sigan creciendo y no abandonen sus metas”.
