Resumen
Una mujer gana un juicio en España por "tocamientos indebidos" contra un hombre que le practicó reanimación cardiopulmonar durante un infarto. La polémica se intensificó cuando publicó su victoria en las redes sociales, dividendo opiniones entre el apoyo y la crítica.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
El caso que vamos a leer es para no creer. Una usuaria de X publicó con mucho orgullo una victoria judicial obtenida en un tribunal español en contra de un joven, quien fue condenado por el juez de la causa por “tocamientos indebidos”.
Por Camilo Ernesto Silvera Rueda - Redacción Política / EL FRENTE
Con apenas esos datos la historia con final feliz en el juzgado para la ofendida parecería apenas normal. Pero lo que no contamos al inicio es que el joven que efectuó los denominados “tocamientos indebidos” lo hizo en medio del estado de inconciencia de la denunciante, luego de que ella sufriera un ataque cardiaco.
En otras palabras, la mujer se moría y el joven le efectuó un masaje cardiaco para evitar su muerte: “Hace 3 años sufrí un infarto en plena calle. Un muchacho me realizó un masaje cardíaco que me recuperó hasta la llegada de la ambulancia. Acaban de comunicarme que le he ganado el juicio tocamientos sin consentimiento. Lo siento mucho pero #SoloSiEsSi”, publicó hace apenas unas horas la usuaria identificada como Jacinta Rebolledo, desde su cuenta de X @republicatransg, donde se presenta como Vice-subdirectora General Cuarta del futuro Observatorio Oceanográfico Feminista, con estudios de medicina.
Leer la publicación sin el contexto de los comentarios hace pensar al desprevenido lector a que solo se trata de un inteligente chiste de humor negro. Pero no, tan real la publicación como el suceso que la inspira, y lo más increíble es que en medio de la polémica los comentarios en apoyo a la usuaria no son pocos.
“Qué ilusión me hace leer esto. Con tanto que has luchado... Lo mal que lo has pasado estos tres años. ¿Le han puesto cárcel y/o indemnización? Le pregunta un usuario a Jacinta quien responde muy a secas en el siguiente comentario: “Indemnización, costas y orden de alejamiento”.
“España va en el camino correcto, me da gusto que las leyes estén totalmente a favor de víctimas como tu Jacinta, cuídate mucho y esperemos estos pervertidos no sigan con estas actitudes deplorables”, dice otro usuario en apoyo a Jacinta.
Por supuesto, los usuarios que se manifiestan en contra de su actuar, y quienes le recriminan que no haya sabido agradecer al joven la segunda oportunidad que le dio en la vida al haberla salvado de una inminente muerte.
“No maldigo y no le deseo el mal a nadie, pero creo que tú eres un caso aparte… ¡Que el karma te encuentre pronto!”, “Esto es serio.... Estás alentando a muchísima gente a que no auxilie ningún paro cardíaco, desconozco la situación, pero no dudo que ese chico fue un héroe, estáis llevando a la sociedad al punto más bizarro conocido. Ahora habrá que llevar placas de si me estoy retorciendo, no me auxilie me sentiré abusada. Lo más ridículo y triste que leí en Twitter, ánimos chaval ojala hicieras eso por mi mujer. Bochornoso”, “Si es verdad lo tuyo es indescriptible,... Sin palabras, sin razón, sin corazón, por no decir que no seguramente sintiera repulsa a esa conducta, poneos una placa de si os morís que no os toquen, haréis una gran ayuda a la cuerda sociedad.
¿Un experimento social?
24 horas de publicado el tuit alcanza un millón 2 mil visitas, con mas de dos mil comentarios, la mayoría de ellos altisonantes y hasta con mensajes de odio y evidente misoginia, por lo que en apariencia es un desbordado caso de feminismo aparado en la justicia.
Pero entre los tantos hubo uno que pretende ofrecer una rama de olivo a los usuarios de la red social al sugerir que el caso es completamente falso y que se trata de una publicación que pretende llevar a la reflexión a la sociedad llevando al extremo las nuevas tendencias de relacionamiento humano.
“Es una cuenta parodia. Y muy buena. ¿Y por qué es tan buena? Porque plantea situaciones absurdas que pasan perfectamente como reales. Se trata de dejar en evidencia, de exponer, el ínfimo nivel crítico de muchas personas que se dejan llevar por el sectarismo ideológico irracional y monstruoso. El exponer la estupidez de alguien ¿es odiar?”, reveló el usuario @cayo_1966.
En todo caso, falso o verdadero, la situación plantea una discusión más que oportuna con tres preguntas: ¿Es válido exponer lo absurda y psicótica que es la sociedad que hemos creado con el uso de sus nuevas herramientas de relacionamiento social? ¿Estamos lejos de llegar a un litigio judicial como el referido en los primeros párrafos? ¿Podrá caer la justicia algún día en la trampa de amparar desenfrenadamente libertades individuales que terminan atentando contra el mismo patrimonio de la ciudadanía?
