Mujer fue asesinada vilmente en Magdalena Medio
Resumen
Katherine Llorente fue brutalmente asesinada en Puerto Venecia, sur de Bolívar. La intervención de grupos armados ilegales y el contexto de violencia existente han generado una crisis humanitaria, marcada por confinamiento y desabastecimiento pese a las acciones militares.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
La violencia que azota el sur de Bolívar cobró una nueva víctima en la mañana de este viernes, 26 de septiembre. Katherine del Pilar Llorente Hartmann, de 34 años, fue brutalmente asesinada en el sector de Puerto Venecia, un corredor rural entre el corregimiento de El Coco (Tiquisio) y el municipio de Montecristo.
Detalles macabros del homicidio
Según las primeras versiones, la mujer fue interceptada por hombres armados que llegaron hasta el lugar donde se encontraba. Los atacantes la sacaron a la fuerza de la población y la obligaron a subir a una motocicleta, trasladándola a un punto apartado.
Horas después, el cuerpo de Llorente Hartmann fue hallado sin vida. La víctima presentaba múltiples impactos de bala en la cabeza, y su rostro había sido desfigurado, un indicio de la sevicia con la que actuaron los perpetradores.
La víctima era oriunda de Dibulla, La Guajira, y se encontraba radicada en el sur de Bolívar por motivos que aún son materia de investigación, posiblemente desempeñando labores en la conflictiva zona.
Las autoridades han iniciado las investigaciones pertinentes para esclarecer los móviles del crimen y dar con la identidad de los responsables. Sin embargo, la labor se enmarca en una región caracterizada por la fuerte presencia y disputa territorial del Clan del Golfo y otros grupos armados ilegales, lo que mantiene a las comunidades en constante zozobra.
El asesinato de Katherine Llorente subraya el agravamiento de la situación de orden público en el sur de Bolívar. Expertos del Instituto Internacional de Estudios del Caribe han advertido que el recrudecimiento de la violencia era previsible.
La región es un corredor estratégico crucial que conecta el Catatumbo con el Tapón del Darién, y la intensificación de las hostilidades se debe principalmente a la arremetida del Clan del Golfo—particularmente desde Nechí (Antioquia) hacia Montecristo—, aprovechando una presunta disminución de operaciones de las disidencias de las Farc.
La escalada de confrontaciones ha generado restricciones de movilidad impuestas por los insurgentes, provocando el confinamiento de poblaciones enteras, el desabastecimiento de alimentos y un marcado aumento en la crisis humanitaria. A pesar de los anuncios de mayores operaciones militares y el envío de ayuda humanitaria por parte de las autoridades nacionales, la incertidumbre y el miedo persisten entre los habitantes, que se encuentran atrapados en el fuego cruzado.