Resumen
El gobierno colombiano ha incrementado los fondos para vivienda social para combatir la pobreza extrema. Se construyen proyectos en la ciudadela Real de Minas de Bucaramanga y el Proyecto Pienta en Piedecuesta, beneficiando a miles de familias desplazadas por la violencia.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)El gobierno nacional ha destinado mayores recursos presupuestales este año para la construcción de vivienda social en todo el país, creando condiciones objetivas en la Constitución Nacional y en las leyes de la república para combatir la pobreza extrema. Para nadie es un secreto que el derecho a la propiedad se convierte en un mecanismo real para el bienestar de las familias colombianas. La violencia de los grupos armados ilegales, de guerrilleros y paramilitares, cambió las condiciones de vida de miles de familias que abandonaron las zonas de producción agropecuaria y se ubicaron en los alrededores de la capital de Santander, creando cinturones de miseria en sectores periféricos de la gran ciudad.
Hace varios años existió en Colombia el Instituto de Crédito Territorial, creado por el expresidente Mariano Ospina Pérez, que gobernó a Colombia entre 1946 y 1950, y que construyó planes de vivienda social en los municipios de Bucaramanga, Floridablanca, Piedecuesta, Girón y Barrancabermeja. La Ciudadela Real de Minas, construida durante las administraciones de los expresidentes Misael Pastrana Borrero, Alfonso López Michelsen, Julio César Turbay Ayala y Belisario Betancur Cuartas, en terrenos del antiguo aeropuerto ‘Gómez Niño’ de Bucaramanga, fue un ejemplo para Colombia. Se construyeron veinte mil apartamentos, que cambiaron los conceptos de planeación urbana.
Por lo menos diez mil familias viven ahora en la ‘Ciudadela Real de Minas’ de Bucaramanga, donde funcionó el aeropuerto ‘Gómez Niño’ y avanza la construcción del ‘Proyecto Pienta’, un plan masivo de apartamentos multifamiliares en el municipio de Piedecuesta, por la margen del Río Lebrija, a conectar con el municipio de Girón por el Valle de Guatiguará. El proceso migratorio, desde las provincias de García Rovira, Soto Norte, Magdalena Medio, Guanentá, Comuneros y Vélez, que se ha registrado durante medio siglo, ha multiplicado el número de propietarios en los municipios de la Zona Metropolitana con la reubicación de miles de desplazados por la violencia criminal de la guerrilla y de tres grupos paramilitares, que alcanzaron a dominar gran parte del departamento.
En la zona metropolitana de Bucaramanga, incluyendo Floridablanca, Piedecuesta y Girón, reside actualmente el sesenta por ciento (60%) de la población del departamento. El otro cuarenta por ciento (40%) está representado por la población que reside en ochenta y dos (82) municipios de las diferentes provincias del departamento. De ahí que el Ministerio de la Vivienda haya escogido al departamento de Santander para mostrarle a Colombia el mayor desarrollo de los planes de vivienda social, que nacieron y crecieron en este departamento, donde la industria de la construcción está representada por importantes compañías constructoras que han sido reconocidas por su eficacia en todo el territorio nacional y en otras regiones del planeta.