Natalia París reveló que prestó el servicio militar

Natalia París, nacida en Medellín, es mucho más que una cara icónica de la moda colombiana de los años 90: es una figura que ha sabido reinventarse, construyendo una carrera que ha trascendido el modelaje para abarcar la música, el emprendimiento y el activismo social. Su historia está marcada por la audacia, la sensibilidad y una capacidad poco común para adaptarse a los cambios sin perder autenticidad.

Desde sus inicios como modelo a los 16 años, inspirada por la estética atrevida de Pamela Anderson, Natalia se consolidó rápidamente como uno de los rostros más populares en la publicidad nacional. Con una imagen fresca, una actitud magnética y un carisma espontáneo, se convirtió en un ícono de la cultura pop colombiana. Pero detrás de esa figura glamorosa también hay una historia de infancia solidaria y valores inculcados desde el hogar, como cuando su madre la incentivaba a regalar juguetes y convivir con niños de barrios humildes.

Formada en un colegio de monjas que promovía la equidad, Natalia recuerda cómo la institución evitaba las diferencias de clase prohibiendo vestimentas ostentosas. Este tipo de educación sembró en ella una conciencia social que ha acompañado su trayectoria y sus discursos públicos. Uno de los momentos más insólitos de su vida —y quizás el más viral tras su entrevista en La Red— fue cuando su madre, en una maniobra tan curiosa como inverosímil, "canjeó" su imagen por la de su hermano para que él no prestara servicio militar. Natalia, entonces, asumió una especie de servicio social alternativo, visitando pueblos y participando en eventos.

La evolución de Natalia no se detuvo en las pasarelas. Con la llegada de su hija Mariana, comenzó una nueva etapa como madre, lo cual la impulsó a ampliar su horizonte profesional. Se convirtió en empresaria, creando su propia línea de productos de belleza, y posteriormente incursionó en la escena musical como DJ. Bajo el alias de “The Queen of Afro House”, ha conquistado escenarios nacionales y ha sido reconocida en la industria electrónica, demostrando que puede ser tan influyente en una cabina como lo fue en un set fotográfico.

Natalia París representa a una generación que se atrevió a romper moldes y que encontró en su autenticidad la clave para permanecer vigente. Su historia es testimonio de resiliencia, versatilidad y reinvención constante, en un país donde pocas figuras logran sostener una carrera pública durante tanto tiempo sin perder su esencia.