Nelly Furtado: autenticidad, maternidad y salud mental en una nueva etapa de su vida

A sus 46 años, Nelly Furtado se ha convertido en un símbolo de originalidad y autenticidad dentro de la industria musical. La cantante canadiense, hija de inmigrantes portugueses, ha elegido mostrarse en redes sociales con su físico natural, sin cirugías estéticas y sin recurrir a filtros, desafiando de frente las expectativas del espectáculo. Madre de tres hijos y con una carrera de más de dos décadas, Furtado equilibra la maternidad con la música, mientras utiliza la coreografía, el trabajo de estudio y la disciplina como herramientas para gestionar su diagnóstico de Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH).

En publicaciones recientes, Furtado compartió imágenes en bikini y sin maquillaje, relatando que ha aprendido a convivir con las presiones estéticas desde una perspectiva renovada. “Me he dado cuenta de la presión estética que ejerce mi trabajo de una forma totalmente nueva. Al mismo tiempo, he experimentado nuevos niveles de amor propio y confianza genuina desde mi interior”, escribió en un posteo que generó miles de reacciones positivas. Con humor, agregó que conserva sus arañas vasculares porque le recuerdan a su madre y a sus tías, y que no ve motivo para ocultarlas.

La intérprete de Promiscuous y Say It Right ha sido transparente al explicar qué tratamientos estéticos ha probado y cuáles no. Aclaró que nunca se ha sometido a cirugías faciales o corporales, ni a inyecciones o rellenos, salvo por carillas dentales en la parte superior. Sí mantiene desde los 20 años un cuidado regular con una esteticista y, para eventos públicos, recurre a técnicas como cintas faciales para elevar la piel o cintas corporales para moldear la figura. “El maquillaje puede lograr efectos asombrosos, igual que unas cejas perfectas, un buen estilista o la ropa interior adecuada”, apuntó.

La maternidad, asegura, transformó por completo su visión de la vida. Su hija mayor, Nevis, de 21 años, nació fruto de su relación con Jasper Gahunia; más tarde tuvo dos hijos pequeños, de siete y seis años, con el rapero Jerry. Desde su divorcio en 2016 del productor Demacio Castellon, Furtado ha asumido la crianza como motor para reinventar su ética laboral y fortalecer su responsabilidad, especialmente como madre soltera. “Pueden redescubrir sus talentos y perseguir sus sueños independientemente de la edad”, afirmó, alentando a otras mujeres a no renunciar a sus aspiraciones.

Su diagnóstico de TDAH, recibido a los 44 años, le permitió entender mejor ciertos desafíos personales y profesionales. Optó por estrategias naturales y una rutina disciplinada para favorecer la concentración. “La disciplina realmente ayuda a mi cerebro”, explicó, buscando dar visibilidad a un trastorno aún rodeado de estigma y promoviendo un diálogo abierto sobre salud mental.

En lo estético, Furtado reconoce que vive uno de sus momentos más plenos. Creció en un hogar portugués donde la costura y el buen vestir eran parte de la identidad familiar, y hoy aplica esas raíces culturales en su estilo personal. “Me divierto más con mi estilo ahora. Siempre supe que tendría un ‘glow-up’ en mis 40, ¡y lo tuve!”, declaró a Vogue.

Su mensaje de autoaceptación, la defensa de la neutralidad corporal y su apertura al hablar de salud mental la han convertido en una figura inspiradora para sus seguidores. En una industria donde la apariencia suele ser objeto de escrutinio, Nelly Furtado reivindica que la autenticidad, lejos de ser una debilidad, puede ser la base de una carrera duradera y de una vida más plena.