Ni por teléfono se hablan Jennifer López y Ben Affleck

Jennifer López y Ben Affleck enfrentan un proceso de divorcio complicado, marcado por una falta de comunicación que está retrasando la separación. Según fuentes cercanas, la pareja no se habla ni en persona ni por teléfono, lo que está ralentizando el proceso. A pesar de contar con un acuerdo prenupcial y tener pocas propiedades en disputa, como su mansión en Beverly Hills puesta a la venta por 68 millones de dólares, la frialdad en su relación ha sido el principal obstáculo.

Mientras Affleck ya ha adquirido una nueva residencia en Brentwood por 20.5 millones de dólares, López sigue buscando un nuevo hogar. En lugar de contratar abogados especializados, ambos están manejando el divorcio a través de sus gerentes de negocios, lo cual no ha sido tan efectivo como esperaban. Es probable que eventualmente recurran a abogados para finalizar el proceso, ya que no se han presentado documentos oficiales de divorcio.

La relación entre la cantante y el actor ha estado marcada por altibajos desde que retomaron su romance en 2021, después de haber estado comprometidos a principios de los años 2000. Sin embargo, la presión mediática y diferencias personales llevaron a una ruptura. Un factor clave en la separación fue el lanzamiento de la línea de cócteles de López, Delola, en abril de 2023, lo que generó tensiones debido al historial de lucha contra el alcoholismo de Affleck.

Además de este conflicto, las diferencias en estilos de vida y la constante exposición mediática de López fueron otros factores que contribuyeron a la ruptura. Mientras ella disfrutaba de estar en el centro de atención, Affleck prefería una vida más privada. Las tensiones aumentaron con el fracaso comercial del documental de López, This Is Me… Now: A Love Story, que no tuvo el impacto esperado, sumando más fricciones a la relación.