Nobles Animalistas
Resumen
El debate en el Concejo de Bucaramanga giró en torno a chats internos de la UBA sobre eutanasia y derivó en una propuesta de Moción de Censura. La falta de apoyo de algunos concejales causa controversia y despierta críticas en redes sociales.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
Los concejales de Bucaramanga nos tienen acostumbrados a dar debates, algunos de fondo y otros sin real importancia. El gran teórico de la retórica romana Cicerón abordo este tema con profundidad recordando que el objeto de un debate, no es ganar una discusión, el objeto de un debate debía ser noble y estructurado, teniendo en cuenta dos tesis opuestas, esta semana, el origen del debate en el concejo de Bucaramanga fue el de unos chats internos de funcionarios de la Unidad de Bienestar Animal (UBA), donde no se daba claridad frente a unos protocolos que la institución debería tener para la practicar eutanasias en seres sentientes.
El tema fue noticia nacional, dentro de las facultades que tienen los concejales de la ciudad según el reglamento interno del concejo, está la de proponer Mociones de Censura a los secretarios de despacho, que las encontramos en el Proyecto de Acuerdo N°031 del 2018; si el tema es de huella digital nacional, a pesar de que la Moción de Censura depende de la firma de los concejales de la ciudad, ahí van a estar candidatos a las elecciones atípicas, diputados, alcalde encargado, animalistas pura sangre exigiendo justicia, a partir de ahí, como dijo Maximilien Roberpierre, “que rueden cabezas”.
En el Concejo de la ciudad parecer que primero deben rodar las cabezas y después hacer un debate serio, una Moción de Censura debe ser firmada por la mayoría de los concejales, no es la primera vez que por falta de una o dos formas no prospere un Moción. Dice la historia del Concejo de la ciudad, que hay casos en el que los concejales que citan a un debate donde se propone una Moción de Censura, se encuentran ausentes de la ciudad, es el caso del exsecretario de infraestructura Iván José Vargas, al que se le caían los colegios de la ciudad de Bucaramanga, debate del año 2023 donde por la falta de la firma del concejal Cristian Reyes que se encontraba en la ciudad de Barranquilla viendo el partido de Colombia y Brasil, tal como lo evidenciaron sus redes sociales, o del entonces concejal Danovis Lozano que se encontraba en la ciudad de Medellín, ambos citaron a este debate, su ausencia salvó al arquitecto de la Moción de Censura.
Es absolutamente normal que en democracia se gane y se pierda, en este caso los concejales tienen la discrecionalidad de apoyar o no apoyar una proposición, la comunidad digital que es seguidora de algunos concejales que propusieron la Moción de Censura en contra de la secretaria de salud, destrozaron a los concejales que no apoyaron esta proposición. En el debate del jueves 20 de noviembre, varios concejales de la ciudad manifestaron su preocupación por las amenazas que estas comunidades digitales, han realizado en contra de ellos y sus familias.
Las razones de una Moción de Censura pueden ser nobles, pero cuando hay amenazas de este calibre, todo debate pierde su espíritu, que es el de saber cuál de las dos tesis propuestas tiene argumentos de peso, “nobles y estructurados”.