Resumen
Melba Escobar en 'Las huérfanas' explora una orfandad emocional a través de una escritora que investiga su pasado y la relación con su madre. La novela refleja introspección y el deseo de comprender la dinámica familiar.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)Por: Jimmy Fortuna*
Melba Escobar, recientemente invitada a la nueva versión del Hay Festival, acaba de publicar Las huérfanas, su nueva novela, que traza una interesante propuesta entre la realidad y la ficción, muy al estilo de voces que en los dos últimos siglos han creado historias que se componen, en un alto grado, de narraciones que son bitácoras del álbum familiar. En este caso, la escritora colombiana centra su obra en la orfandad que vivió y que se fue configurando con el tiempo, pese a tener a sus padres junto a ella, a través de una narradora, quien, a lo largo de toda la obra, hace explícito el hecho de que es una escritora y de que va a escribir una novela con todas esas situaciones que combinan la magia, la oscuridad, el dolor, la impotencia, la herencia, los altibajos, que padece al ir en esa búsqueda de su pasado: «–¿Sabes que estoy pensando escribir un libro sobre la familia?».
Esta obra, de Editorial Planeta, es una hermosa reflexión acerca de una hija, quien, con la madurez necesaria, va encontrando las claves para comprender la otra cara de la moneda: su propia madre, que es su otro yo, y dilucidar sobre otro tipo de orfandad, a partir de las ausencias y las presencias, que marcaron su pasado y que son presente en su vida, como autora: «–Tanto sufrimiento, hija. Ojalá al menos esto te sirva para escribir una novela».
Durante los cuarenta y tres capítulos que conforman Las huérfanas, la autora, a través de su narradora, se dedica a analizar su relación con todos los integrantes de su familia, en especial, con su progenitora y cómo era ella con los demás, su pasado, su llegada a Colombia, su mente, entre otros aspectos: «[...] pienso que más que su hija me habría gustado ser su amiga. Saber qué pensaba de la vida, del amor, de la muerte. Sobre todo, saber qué pensaba de sus cuatro hijas, de nosotras». Además, señala que «De pronto entiendo que escribo esto para intentar atraparte, para que no te me escapes otra vez, para que vuelvas a estar a unas cuadras de distancia, a media hora en taxi, a una hora caminando, a una llamada de mí».
Cada división de esta novela es un reencuentro con ella misma y con su madre, con quien tuvo sus desaires, sus diferencias, pero que, como suele suceder, cuando se crece, madura y asume su rol de dar vida, halla las huellas que la llevarán a todo un proceso de introspección y percibir que en su familia la constante fue la orfandad, el ser huérfanas a su manera, como una estrategia para forjar un estilo de vida, una personalidad y un sentido en el mundo que habita.
Las huérfanas, de Melba Escobar, es una novela que hallará voces que sentirán como propia esta narración, pese a las diferencias que se puedan tener con la narradora de este universo, en el que como postuló Aristóteles, se centran la mayoría de las ficciones: la familia.
*Catedrático de la Universidad Industrial de Santander