Oscar Franco: El arte de la serigrafía que impulsa su emprendimiento ecológico

En el corazón de Santander, cuna de grandes emprendimientos que marcan la diferencia, Oscar Orlando Franco ha encontrado su lugar en el mundo. Con un pincel y una idea clara, este emprendedor ha dejado su huella en la industria, demostrando que el arte y el trabajo bien hecho son las mejores herramientas para transformar su futuro.

"Mi nombre es Oscar Orlando Franco, soy técnico en serigrafía del SENA", dice con orgullo. Para él, la serigrafía no es solo una técnica, sino una forma de vida, una pasión que lo llevó a crear un emprendimiento que hoy pisa fuerte en el mercado. "Esto es un arte, y siempre he recomendado a las personas que aprendan un arte, porque de aquí a mañana, ese arte puede sacar a uno a flote", afirma convencido.

La historia de Oscar es la de muchos colombianos que, a través del SENA, encuentran el camino hacia un futuro diferente. "Esta ha sido una escala debido al SENA", dice con gratitud, recordando cómo su vida cambió gracias a la formación que recibió. Fue el SENA quien le brindó los principios fundamentales de la serigrafía, esos que lo han acompañado en su incansable ascenso en el mundo del emprendimiento.

Con la técnica aprendida, Oscar no solo se quedó con la teoría, sino que decidió dar un paso más allá: "La idea era empezar a incursionar en el mercado de la bolsa ecológica", explica. Así nació FR, su propia empresa, que a diferencia de muchas otras, se ha destacado por la variedad y calidad de sus productos.

"No solo trabajo con materiales básicos, sino que los combino con otros materiales biodegradables. Eso ha sido la clave para avanzar en el mercado", asegura Oscar con una sonrisa que refleja el esfuerzo y la satisfacción de ver su emprendimiento crecer.

Pero el camino no ha sido fácil. La serigrafía, un arte que parece simple pero es tan complejo, le enseñó a Oscar que el proceso es largo y dispendioso. No se trata solo de estampar una imagen sobre una tela, sino de comprender todo lo que implica el diseño, el proceso de producción y, sobre todo, el amor que se le pone a cada producto. "Aprendí mucho más que solo serigrafía en el SENA; también me dieron bases de diseño gráfico, y eso me ha permitido ir escalando poco a poco", comenta.

En el barrio San Francisco, conocido como la cuna del calzado en Santander, Oscar ha logrado crear un producto que no solo satisface una necesidad, sino que también contribuye al cuidado del medio ambiente. "El mercado de las bolsas biodegradables está creciendo, y gracias al SENA, estoy en el camino correcto", dice con la seguridad de quien sabe que su emprendimiento tiene un futuro prometedor.

Oscar Franco es un claro ejemplo de cómo el SENA no solo transforma vidas, sino que también impulsa a los emprendedores a hacer una diferencia en el mercado, generando impacto positivo en la industria y en la sociedad. Hoy, a través de sus productos, Oscar demuestra que con esfuerzo, creatividad y la formación adecuada, es posible construir un futuro lleno de oportunidades.

Desde el barrio San Francisco, la cuna del calzado en Santander, este joven emprendedor continúa demostrando que el arte de la serigrafía, combinado con la innovación, puede cambiar el rumbo de una vida.