Resumen
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
San Gil, Santander, enfrenta una crisis aguda debido al paro camionero que ha bloqueado el municipio y causado estragos en la región. Más de 40 pasajeros se encuentran varados, mientras que cerca de 200 vehículos están represados, lo que ha llevado a una pérdida significativa de alimentos y un incremento en los precios.
El paro, que ya lleva más de cuatro días, ha causado la pérdida de importantes cantidades de alimentos perecederos, como lácteos y carnes. Antonio Ayala, un transportador afectado, expresó su frustración: "Nosotros como transportadores no estamos en contra del paro, pero quienes lo están promoviendo dijeron que se daban cinco días para llegar a nuestras casas y no quedar represados, pero se incumplió con eso. Aquí varios compañeros están por perder las cargas, muchos llevan alimentos que están dañándose".
La situación es crítica para los pasajeros varados. Aunque se ha establecido un corredor humanitario en San Gil, que permite el tránsito de personas atrapadas desde el domingo, muchos siguen esperando poder continuar su viaje. Entre ellos, hay dos buses con alrededor de 40 pasajeros, incluyendo estudiantes universitarios y familias, que están desesperados por llegar a sus destinos. Un estudiante universitario comentó: "Lo único que queremos es llegar a nuestro destino. Muchos de nosotros venimos desde muy lejos y hemos tenido que gastar dinero adicional que no teníamos presupuestado".
Yuli Castillo, una pasajera que viaja con su hijo de 11 meses, también ha enfrentado dificultades extremas. "La situación mía está muy crítica porque no tengo ni pañales ni leche. Hoy fue que me llamó un señor y me trajo lo que necesitaba", relató Castillo.
Impacto en la comunidad local
La comunidad de San Gil también enfrenta problemas debido a la escasez de gasolina. Fredy Chacón, domiciliario de la zona, explicó que los residentes han tenido que viajar a otros municipios para abastecerse. "Nos informaron que posiblemente estaban vendiendo gasolina en la Paloblanca, estación de servicio cerca de Curití. Al principio no se podía pasar porque habían atravesado un palo, pero cuando llegué ya lo habían quitado y pudimos pasar hasta la bomba", relató.
La crisis ha impactado también en la Central de Abastos, donde los precios de algunos alimentos han aumentado drásticamente. Las verduras, como la zanahoria, y los tubérculos, como la papa amarilla y pastusa, se han triplicado en precio debido a la reducción en el acopio y el aumento en la demanda. Mientras tanto, la situación en la Terminal de Transportes de Bucaramanga se ha vuelto crítica, con operaciones reducidas en casi un 100% debido a los bloqueos viales.
