Resumen
Las dictaduras latinoamericanas son dominadas por déspotas movidos por la codicia, a menudo controlados por potencias económicas extranjeras o serviles a intereses multinacionales, obstaculizando el desarrollo económico de sus países e implementando abusos gubernamentales y corrupción.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
En el tema de las dictaduras iberoamericanas han proliferado diversos tipos de mandatarios, desde déspotas mesiánicos, hasta, personajes funambulescos, hay una amplia variedad de caracteres psicológicos, los cuales no se han distinguido por su positivismo, en general se trata de déspotas que llevan a los países a la ruina.
Frecuentemente se presentan dictadores que son simples marionetas de potencias foráneas o de organismos supranacionales. Han existido regímenes gubernamentales que han sido simples emisarios de grandes empresas petroleras, bananeras, agroindustriales o mineras; en general en actividades que implican una producción económica.
Últimamente se están presentando unas extrañas presiones internacionales en contra del desarrollo económico de determinados países latinoamericanos, de parte de organismos supranacionales o de potencias económicas. Se invocan problemas ambientales, generalmente imaginarios, que producen los proyectos de desarrollo, en países atrasados, con lo cual se pretende impedir su desarrollo.
En esto sea creado todo un catecismo de actividades económicas que deben evitarse en países pobres, tales como las actividades petroleras o mineras y todo lo que implique generación de energía no renovable. Esto lo siguen al pie de la letra los pequeños déspotas de algunos países iberoamericanos.
Ese servilismo de esos pequeños déspotas, contrasta con el tratamiento que les dan a sus compatriotas. En Venezuela hay varias organizaciones armadas por el Gobierno, para atropellar a todo el que se oponga a las acciones y abusos gubernamentales, llegando hasta el asesinato de los opositores, en un Gobierno dedicado al saqueo del erario. Los discursos del Mandatario y sus cómplices son amenazas e insultos a quienes opinen en forma diferente.
En Colombia la situación presenta notables similitudes, el Mandatario un poco desquiciado, reparte insultos y amenazas en un lenguaje soez contra las periodistas, los diversos gremios de la producción y todo el que le haga oposición. Además del enriquecimiento familiar, está dedicado a destruir la economía nacional para satisfacer a los titiriteros que lo manejan. En Colombia hay una circunstancia adicional, la existencia de grupos de facinerosos rurales “guerrillas”, dedicados al crimen y al narcotráfico que gozan de la protección del Gobierno de Venezuela.
Con algunas variantes, los regímenes de América Latina presentan rasgos similares, la cleptocracia es generalizada, una tiranía familiar en Argentina, bastante ávida de dinero, terminó con un segundón que resultó un obsecuente seguidor de la doctrina del empobrecimiento nacional.
Un tiranuelo, asociado con una practicante de la brujera, maneja a su antojo a Nicaragua, de donde quiere erradicar la Iglesia Católica. En el Perú, un personajillo insignificante atrincherado en un enorme sombrero pretendió asumir el poder absoluto, lo cual lo llevó a la cárcel.
En general, en las dictaduras latinoamericanas, la codicia fue el móvil para el acceso al poder y la forma de lograrlo fue el golpe armado o el fraude electoral, este último se ha generalizado tanto que puede llevar a la decadencia o total desaparición de la elección popular de los mandatarios.
