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Petro condiciona diálogo con disidencias de las Farc

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Resumen

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, exige que las disidencias de las Farc abandonen el narcotráfico para reanudar las negociaciones de paz. Su decisión llega tras recientes oleadas de violencia atribuibles a las Farc. El narcotráfico es la principal fuente de ingresos del grupo.

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En medio de una creciente crisis de seguridad en el Suroccidente del país, el presidente Gustavo Petro ha endurecido su postura frente a las disidencias de las Farc. En el Consejo de Seguridad realizado este pasado jueves en Popayán, el mandatario dejó claro que cualquier negociación de paz o cese al fuego con el grupo armado conocido como Estado Mayor Central está supeditada al abandono de sus actividades económicas ilegales, principalmente el narcotráfico.

La decisión del presidente Petro surge tras una serie de ataques perpetrados por el frente Jaime Martínez de las disidencias de las Farc en los municipios de Cauca y Valle del Cauca, que desde el martes pasado han generado una oleada de violencia. En una rueda de prensa nocturna, el ministro de Defensa, Iván Velásquez, comunicó las conclusiones del Consejo de Seguridad, enfatizando la necesidad de desmantelar las economías ilícitas del grupo armado como condición indispensable para reanudar cualquier diálogo.

“El presidente de la República se refirió en las conclusiones del Consejo para afirmar que no se puede pactar un nuevo cese con esta organización, que inclusive, cualquier conversación con esta organización en el Suroccidente del país no se puede adelantar si no es sobre la base del desmantelamiento de sus economías ilícitas”, aseguró Velásquez.

Violencia y narcotráfico

El ministro subrayó que la principal fuente de ingresos del Estado Mayor Central es el tráfico de drogas, actividad que debe cesar para que el Gobierno considere sentarse de nuevo a la mesa de negociaciones. La violencia en el Cauca y el sur del Valle del Cauca está intrínsecamente ligada al control de las plantaciones de coca, lo que ha perpetuado un conflicto armado prolongado en la región.

Un informe reciente del portal estadounidense Mongabay reveló que en los últimos años se han consolidado 15 nuevos puntos clave de producción de coca en el país. Entre ellos, una área de 1.436 hectáreas en la zona de Timba, Jamundí y Buenos Aires, y otra de 10.099 hectáreas en Argelia y El Tambo, en Cauca. Estos municipios han sido epicentros de la violencia reciente, con ataques a bases de policía y atentados explosivos que han dejado víctimas civiles.

Durante el Consejo de Seguridad, los alcaldes locales pidieron al presidente Petro trabajar en una transformación integral de los territorios afectados por la violencia, como una vía para alcanzar una paz duradera. “Algo que, dentro de la concepción de la misma, constituye el núcleo que implica la transformación de los municipios”, concluyó el ministro Velásquez.

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