Resumen
Una extensa correría cumplió en el departamento de Santander el excandidato presidencial Enrique Gómez Martínez, Presidente del Movimiento de Salvación Nacional.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)Reportaje con Enrique Gómez Martínez
Por: Rafael Serrano Prada/Director EL FRENTE.
La población colombiana ha visto como se recrudecen sus necesidades apremiantes y los ciudadanos que tenían la forma de construir un camino de progreso, están a la deriva y amenazados por los destrozos económicos que ha ocasionado el actual gobierno de izquierda en el país.
Una extensa correría cumplió en el departamento de Santander el excandidato presidencial Enrique Gómez Martínez, Presidente del Movimiento de Salvación Nacional, en Colombia, Gómez Martínez pertenece a la filosofía política de Álvaro Gómez Hurtado, su tío, y es hijo de Enrique Gómez Hurtado que fue Senador de la República.
El objetivo de la visita a esta sección del país fue el respaldar y estar al lado de los candidatos a las corporaciones públicas regionales, del Movimiento de Salvación Nacional, que se elegirán el próximo 29 de octubre, donde se incluyen Gobernación, Alcaldías, Asamblea, Concejos y Ediles de las Juntas Administradoras Locales, JAL.
En su paso por Bucaramanga, en Diario EL FRENTE tuvimos la oportunidad de conversar con Enrique Gómez Martínez, quien, en nuestra opinión, reúne todas las condiciones del estadista que necesita Colombia para enderezar este territorio y fortalecer la democracia.
En este momento el país está en guerra y no hay quién lidere un proceso contundente para hacerle frente, a fondo, y con un ‘ejército’ de conservadores, de ciudadanos sanos, ciudadanos ortodoxos, con gente de bien y pensante, que ataje el estropicio de un régimen canibalesco como el de Gustavo Petro Urrego, presidente de Colombia.
Castigo a los políticos
Doctor Gómez Martínez, ¿para dónde va este país, usted podría hacer un pronóstico enfocado en esta situación tan dramática que nos ha tocado vivir?
“Estoy muy contento de estar con ustedes en Diario EL FRENTE. Vivimos una hora aciaga. Es un momento aciago y una hora triste para el país. El error en el voto del 2022, que nos llevó a ese balotaje siniestro que, con el respeto de todo Santander, porque el aporte de Santander a la elección presidencial no fue adecuado, es el reflejo de un castigo de la ciudadanía a una clase política, en toda Colombia, que ha abusado de la política y del Estado, que ha dejado de resolver los problemas apremiantes de la población, que ha descuidado la justicia y ha descuidado la seguridad. Fue esa rabia en el corazón lo que llevó a Gustavo Petro al poder. Es obvio que no refleja un compromiso con una dictadura socialista, que es lo que Gustavo Petro quiere instaurar en el país. Es un hombre antidemócrata. Lo denuncié así en la campaña presidencial. Petro es un hombre que ha luchado para acabar con la democracia en Colombia durante toda su vida y ha llegado al poder con muchísimas de sus decisiones y sus acciones. Tiene desprecio por la función de Jefe de Estado, por el Estado de Derecho. Quiere acabar con la democracia y, como usted dice Rafael, el país está en llamas, lo increíble es que las llamas las alimenta el mismo Jefe de Estado”.
¿Hay una forma cercana de poder revertir este momento tan grave y retomar el rumbo del país?
“Sí la hay. Y es la gran convocatoria que se nos avecina. Siento que, en todo el país, yo recorro constantemente Colombia, hay indignación, hay mucha desesperanza, pero también la crisis que vivimos es un catalizador para la acción política. Siento que la gente ha entendido que abandonó la política en malas manos, que debe recuperarla, que debe volver a la acción partidista y la acción electoral el 29 de octubre y diría Jack el Destripador, ‘Vamos por Partes’ y el gran reto, el doble reto del 29 de octubre es castigar la corrupción y castigar las listas de los candidatos del Pacto Histórico en todo el país, y eso se va a lograr”.
Los buenos están desarmados
¿Qué hacer con un país donde la gente de bien anda desarmada por decreto presidencial del doctor Juan Manuel Santos, decreto que fue refrendado por el doctor Iván Duque Márquez, y los bandidos armados hasta los dientes haciendo toma y retoma del territorio nacional?
“El control estricto del porte y tenencia de armas tiene más años, unos 25 o más. Se tomó esa decisión en el apogeo de la corrupción del narcotráfico, porque se presumía que todos los ciudadanos que portaban un arma eran mafiosos. Esa decisión fue muy equivocada por Santos y Duque. La realidad es que los bandidos, como usted dice, andan armados hasta los dientes y el buen ciudadano, el buen comerciante, el buen ganadero, e incluso el ciudadano de a pie que necesita llegar a sus barriadas, que tenía el derecho constitucional a portar un arma, lo ha perdido. El efecto inmediato es que se pierde la capacidad de defensa, porque el bandido es cobarde y si sabe que el ciudadano está armado y tiene la capacidad de defenderse, en el marco de la legítima defensa, entonces disminuye la criminalidad”.
¿Cómo enfrentar esa orfandad ante la escalada criminal?
“La criminalidad no ha sido tratada como se debe por el Estado. No hay mayor presencia policial, ni una justicia eficaz. Se le dice al ciudadano ‘nunca en ningún escenario puedes portar un arma’, preguntan ¿en dónde está la Ley?, esa Ley no te llega, ¿la justicia’ no, no, no, no, no, no, ‘después la reformamos. Espérate otros 20 o 30 años que algún día habrá una justicia eficaz y podremos meter a los bandidos a la cárcel’. Es realmente una transacción imposible para el ciudadano. Tenemos que volver a ser razonables en esto. Claro que el porte de las armas implica responsabilidad individual, claro que el Estado tiene que autorizarlo con unos reglamentos que existen, que de hecho son los más estrictos del mundo, pero hay que volverlos a flexibilizar porque se nos viene pierna arriba nuevamente una escalada guerrillera en todas las ciudades de Colombia. Esta desbordada la inseguridad y el ciudadano expuesto no puede sentarse a protegerse con promesas. No más promesas”.
Política de Paz Total
¿Qué hay que cambiar o implementar para hacer efectivas las leyes?
“Hay que expandir el pie de fuerza, que ha sido nuestra llamado, nuestro clamor. Hay que aumentar el presupuesto del Ministerio de Defensa y no disminuirlo. Hay que estimular y respaldar a la Fuerza Pública. Necesitamos la capacidad de investigación, fortalecerla y ampliar el número de jueces. Aquí el ministro Osuna (Néstor Iván), de Justicia, no sólo ha planteado soltar 30.000 condenados a la calle, yo he hablado del pico y placa los bandidos, porque el Estado ha perdido su vocación punitiva. Porque el que viola la ley debe recibir una sanción adecuada. Necesitamos por lo menos 70.000 cupos nacionales carcelarios sin hablar de financiar y lograr que los municipios cumplan con sus cupos de imputados. Para reforzar el sistema carcelario debemos asegurarnos y cambiar la doctrina de la Corte Constitucional sobre el tema de reincidencias, es imposible que la Corte haciendo politiquería barata, ha desconocido, de espaldas a los ciudadanos de bien, eliminó las condiciones de punibilidad por reincidencia, es por eso que muchos fiscales en Colombia se abstienen de acusar porque saben que no van a lograr eficacia, ni receptividad, en los jueces de la República”.
¿La política de la Paz Total es un negocio del presidente Petro?
“Hay varios negocios ahí Rafael. No seamos ingenuos. A Petro le gusta la ‘platica’ y a la gente que lo rodea también. Claro que la concepción de ese beneficio de vocero de paz es pago. Esas organizaciones criminales le anotan a salir indemnes. Ahí está el ‘Pacto de las Picota’, denunciado por el mismo hermano del Presidente. Es que hemos llegado a un nivel de sinvergüencería, de indiferencia ciudadana. Eso reportó un millón de votos, eso implica negocio también. Ningún narco de estos, cuando tiene la salida irregular de la cárcel, deja de pagar y sobornar. Lo hemos vivido antes. Acuérdese de los Rodríguez Orejuela en ese triste escenario donde terminó jodido Fernando Londoño. Claro que habían sobornado al Juez de garantías allí en Tunja para salir de la cárcel de máxima seguridad. Y salieron esos mafiosos orondos y Fernando Londoño, que impidió esa vergüenza nacional, fue el que terminó disciplinado y el Juez también. Yo sí creo que la paz total es un negocio con los gestores de paz, es negocio del control territorial para expandir la frontera cocalera. No hay duda que parte de esa estrategia es mejorar la capacidad financiera de los grupos guerrilleros. ‘Yo te entrego zonas enteras y retiro los batallones’. Ah y un golpe adicional, parte de la estrategia de Gustavo Petro, es desacreditar a la única institución del Estado colombiano que ha tenido imagen positiva, favorable durante los últimos 30 años, el Ejército Nacional. En el fragor de esta difícil conflagración subversiva en el país, el Ejército ha sido el número uno en la imagen de todas las instituciones públicas de Colombia y hoy cuando Petro los encierra en los cuarteles, donde se inclina al oficial que opera en contra de los grupos que, supuestamente, están en proceso de Paz Total, entonces la ciudadanía queda desarmada y frustrada de no ver a su Ejército protegiéndola. Eso es parte de la estrategia de la Paz Total. Negocios hay muchísimos y ampliar la frontera de la droga, esto es plata a borbotones que contaminó la campaña presidencial de Gustavo Petro y va a estar presente en muchos departamentos del país en un futuro”.
Decadencia de los partidos
¿Cuál sería la fórmula para acabar con el pesimismo de la gente si persisten, y muy arraigados, las viejas formas y los viejos vicios de hacer política?
“La desesperanza es el gran enemigo. Pero al lado de la desesperanza duerme el cinismo. El pueblo colombiano abandonó la acción política. Nuestra invitación es volver a la acción política cotidiana, para regresar a tener partidos otra vez. Queremos que la gente esté con Salvación Nacional. Movimiento que tiene un propósito de transparencia, de cambio, de selección adecuado de los candidatos. Hemos logrado, increíble Rafael, en 18 meses 3.100 candidatos en 300 municipios del país, tenemos 14 listas para Asambleas departamentales 20 candidatos a Alcaldías en capitales departamentales, 10 candidatos a la Gobernación, el 40% de nuestros candidatos son mujeres. Para nosotros que sin recursos, sin cobertura de la prensa nacional, sin publicidad, esto es una señal de que el ciudadano se ha dado cuenta que hay que tomar la política en sus propias manos y, a los que no quieren ejercer un liderazgo específico y optan por la vía electiva, hay que conseguir el voto, hay que volver a tener partido, así como se tiene equipo de fútbol, así como se tiene un hobby, o se ejerce una actividad deportiva. Es una dimensión del ser humano. Mi padre me crio en el concepto de que hacer la política era un deber de todo ciudadano, de todo ser humano y Álvaro Gómez nos dejó una frase que hay que seguir repitiéndola ‘La política es la expresión civil de la belleza’. Es el compromiso hacia el bien común, es el compromiso hacia el bienestar colectivo y, obviamente, el cuidado de los recursos y de la función pública”.
¿En dónde se ha gestado, para usted, la decadencia de los partidos tradicionales?
“La decadencia de los partidos tradicionales se debe al parlamentarismo de los partidos tradicionales. Lo que pasa es que mucho liderazgo de estos partidos no han estado a la altura y a los retos que reclama el país. Por esos hay que convocar, y la única manera de convocar amigos es con el ejemplo. Yo dejé mi vida atrás para dar ejemplo de que hay que querer a la política, de hacerla bien, de luchar contra las malas prácticas, son una contracultura, porque está basada en antivalores como comprar el voto, sobornar a los candidatos, no tener coherencia ideológica. He criticado, fuertemente, al Partido Conservador, al partido de la U y al Partido Liberal, porque hoy están vendidos y comiendo en el plato del Gobierno. He denunciado penalmente a 19 parlamentario del Partido Liberal por el oprobioso escándalo del Fondo Nacional del Ahorro, ya cayó la cabeza del director del Fondo Nacional del Ahorro, pero la investigación ha vinculado nueve parlamentarios más, y vamos a seguir denunciando a quienes venden su voto en el Congreso, porque han perdido no sólo la coherencia ideológica, sino totalmente el decoro y el interés indebido de contratos, tráficos de influencias, y sumatoria de delitos. Eso es lo que define al Congreso que no puede seguir siendo un mercado persa y, sólo a través del control político oficial, vamos a enviarle un mensaje a esos parlamentarios que no pueden seguir haciendo política de esa manera, sólo en ese momento la ciudadanía volverá a creer que hay posibilidades de cambio y que existe el deber de cambiar a quienes están en el Congreso”.
La doctrina conservadora
Si la filosofía conservadora gobierna el mundo, ¿por qué en Colombia se pervirtió el Partido Conservador?
“Porque perdió contacto con su doctrina por los principios que lo definieron, porque se separó de los actores que lo definieron y no se extrañaron. Quiero decirlo con claridad, la decadencia del Partido Conservador Colombiano y su casi que violación de sus propios principios esenciales, está ligada al triunfo de la contracultura progresista. En la medida en que el Partido abandonó el progresismo, tajo pobreza. Pero quiero ser claro, cuando el Partido se olvidó de su misión esencial que era la defensa de la tradición cristiana, de ese estado liberal, de una democracia liberal representativa liberada en la ética pública y el dedicarse exclusivamente a la reelección, esa contracultura del progresismo ha venido ocupando cada vez más espacio en la acción pública del Estado. Ya el progresismo no es una bandera ideológica es ahora la doctrina de Estado, se le impone una doctrina de género, una perniciosa cultura de pluralismo, la institución, que es estatal, es violatoria del principio esencial de igualdad del ciudadano frente a la ley y la acción pública, por eso el conservatismo ha perdido presencia política electoral en el Congreso”.
¿Qué peligros acechan a la sociedad si no se retoma el rumbo de la doctrina ortodoxa conservadora?
“El gran costo para la sociedad ha sido el triunfo de esta contracultura horrible y perniciosa que destruye la familia, que quiere acabar con la religión y el ejercicio libre de la práctica religiosa, que quiere destruir el concepto de pareja, que quiere destruir e introducir a la fuerza en nuestras juventudes la opción de género como prácticas perniciosas y que, obviamente, trae el ‘licencialismo’ como respuesta a todos los males de la sociedad que descarta un principio conservador esencial el cual es la responsabilidad individual en la búsqueda de la felicidad, y que era el criterio que hizo grande al Partido Conservador”.
La gente en Colombia lo ve a Usted como una alternativa de poder para llegar a la Presidencia de la República, para aspirar por el centro y centro derecha. Se necesita tener los pantalones bien puestos. ¿Usted está dispuesto a ser candidato presidencial encabeza de un movimiento para salvar a Colombia?
“El proyecto ‘Gómez Presidente’ sigue vigente. Nuestro afán actual es construir estructura presencial en los 1.103 municipios de Colombia en sus 32 departamentos (con el Movimiento de Salvación Nacional) este ejercicio de octubre 29, las elecciones territoriales, es el gran primer paso para construir esa estructura, para transcribir y para transmitir el mensaje a todos los colombianos que quieran salvar de la ruina al país. Creemos además, sin ambages, que hay que derrotar y enterrar al Pacto Histórico. Para eso se necesita compromiso de todos los que amamos el país. Lamento la postura de muchos liderazgos políticas, liderazgos mediáticos de prensa, liderazgos empresariales. Aquí no caben las ambigüedades. Qué escándalo ver al Sindicato Antioqueño entregarle la Presidencia de la Cámara de Comercio de Bogotá a Gustavo Petro en manos de Ovidio Claros, quien es una vergüenza para el derecho colombiano y para la democracia colombiana. Los grandes grupos económicos anteponen todo en su interés, yo he dicho a la manera de aquel juego infantil de las escondidas, el liderazgo colombiano está jugando al ‘un, dos, tres por mí’. Mientras ellos sacan sus castañas del fuego, que se joda la democracia colombiana, que se olviden las instituciones. Estamos ahora en una situación apremiante donde dependemos, cada vez más, del control judicial a las acciones del Presidente, porque las los controles políticos han fracasado, la aprobación de la ponencia de la Plenaria de la Cámara a la Reforma a la Salud es una vergüenza para la democracia colombiana. Esa es la demostración de lo que yo llamo el ‘mermelatón’, allí hubo una jornada de repartija en la que están involucrados partidos tradicionales como la U, los Liberales, los Conservadores y otros clientelistas”.