Resumen
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)Por: Claudio Valdivieso
Mi impresora está fallando y quiero que esta carta quede como usted, ¡bonita! De modo que ahora necesito de su mejor impresión.
Hola 2025. Quiero darte la bienvenida con la ilusión de que este año nos entendamos mejor y para eso intentaré ser menos exigente que el año pasado. De paso me gustaría agradecerle al año anterior por explicarme que la mayoría de mis peticiones, aunque fueron inútiles, unas muy valiosas y otras realmente desastrosas, reconozco que fueron enriquecedoras.
De las cosas materiales que tanto quería como electrodomésticos, artefactos, lujos y el sofá que destrozó el gato unas resultaron muy prácticas, pero también comprendí que no eran precisamente las que necesitaba, y mi felicidad se registró inconforme porque no logré a tiempo diferenciar de las cosas que quería a las que realmente necesitaba para lograrlo.
El sofá que tanto quise y sufrí para adquirirlo terminó en las uñas del gato, aunque realmente me convencí que no era necesario para soñar… ¡lo quería! Para soñar, era necesario cerrar o abrir mis ojos y encontrar a las personas que me hacían sentir feliz al disfrutar de su calidez, tonterías, bromas y de vez en cuando escucharlos y decirles te quiero. ¡Bueno!, aquí estamos… y por el sofá del gato no te preocupes, porque ahora están mis brazos a cambio y puedes recostar tu cabeza en ellos, ¿Qué eliges?
El año anterior no quería enfermarme y a cambio necesité de esas personas bonitas que soportaron mis berrinches y aliviaron mis molestias con más amor que paciencia. A esas personitas que tanto me enseñaron de las cosas que realmente necesitaba hoy puedo decirles gracias, porque quisieron estar conmigo y lo hicieron.
“Desprenderse y abandonar no es lo mismo, así como querer y necesitar tampoco”. Quería ser feliz y para esto necesitaba desprenderme de otras cosas que también quería, pero ya estorbaban … ¡La ironía de la vida! Cuando necesité de los abrazos de las personas que quise, ignoré cuanto necesitaban ellos de los míos; pasó el tiempo, y ahora, más que querer esos abrazos es cuando más los necesito, pero… ¡Nunca regresarán!
Ahora necesito vivir sin tantas cosas que quería, porque entiendo que la vida es una extensa lista de prioridades muy diferentes al confort que quisiéramos tener. Para unas personas el confort es un acolchado sillón en el que se puede soñar con todo lo que quisieran tener, mientras que otras personas solo necesitan a quien soñaba en el mismo sillón.
El escritor no se había dado cuenta de que la bonita muchacha de la papelería se había tomado la molestia de corregirle y agregarle un par de fragmentos hasta que se percató de lo sucedido y protestó. -Esto no es lo que yo quería imprimir, le dijo a la muchacha de la papelería, quien, en una actitud rígida le respondió. -Señor, solo quiero que el año nuevo le traiga del cielo todo lo necesario para la paz que quiere: amor, salud, bienestar y otras tantas que usted sabrá. ¡Ah!, lo olvidé, y perdón vecino… párele bolas porque posiblemente usted desconoce de la necesidad de esto para alcanzar la paz que quiere. Piénselo, ¡piénselo muy bien señor! Puede publicarlo y me debe $300