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¿Por qué feministas atacaron la estatua de Luis Carlos Galán? Aquí le contamos

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Resumen

Feministas atacaron la estatua de Luis Carlos Galán en Bogotá para destacar el clasismo reflejado en la historia de su hijo con María Isabel Corredor, expuesta en el libro de Sergio Ocampo, cuestionando su legado contra el narcotráfico.

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El pasado 8 de marzo, en el marco del Día Internacional de la Mujer, un grupo de feministas atacó la estatua de Luis Carlos Galán en Bogotá, generando un debate sobre la figura del político y su legado. Aunque Galán es recordado por su lucha contra el narcotráfico y su férrea defensa del tratado de extradición, el gesto de las manifestantes no fue aleatorio.

La protesta se dio tras la difusión de la historia de Luis Alfonso Galán Corredor, hijo que el líder liberal tuvo a los 22 años con María Isabel Corredor Barrera, una empleada doméstica de su familia. El relato, revelado en el libro Las distancias del escritor Sergio Ocampo en 2023, expone una historia de clasismo y exclusión.

Según el libro, la familia Galán envió a María Isabel a Cali para ocultar el embarazo y evitar el escándalo en la alta sociedad bogotana. La mujer, aconsejada por una bruja, decidió esconder al niño en el campo por miedo a que se lo quitaran. Mientras Galán ascendía en la política y a los 27 años ya era ministro de Educación, su hijo crecía en el anonimato, criado como campesino en Boyacá.

A pesar de que Galán reconoció económicamente a Luis Alfonso, nunca lo integró plenamente a su familia. Sus hijos con Gloria Pachón, Carlos y Juan Manuel Galán, han reconocido su existencia, pero la distancia entre ellos se mantuvo.

El movimiento feminista decidió destacar este episodio para evidenciar cómo el machismo y el clasismo han marcado la historia de Colombia. Para las manifestantes, el caso de María Isabel es un símbolo de los abusos que han sufrido -y siguen sufriendo- las empleadas domésticas por parte de las élites.

El alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, calificó el ataque a la estatua de su padre como un acto de vandalismo. Sin embargo, para las feministas, fue una manera de visibilizar una historia que durante años permaneció oculta y que pone en cuestión la imagen intachable de un líder político.

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