Resumen
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)Se cumplen este 7 de agosto los primeros años de la llegada a la presidencia del primer Gobierno de izquierda en Colombia, encabezado por Gustavo Francisco Petro Urrego.
Su llegada a la presidencia la apuntaló en cinco frentes específicos para promover el prometido cambio en el país, como reducción de la pobreza, transición energética, reforma agraria, educación y política industrial.
A pesar de un comienzo ambicioso, los resultados hasta ahora muestran un avance desigual y numerosos desafíos pendientes, en medio de escándalos que han remecido su presidencia, desde su hijo hasta sus inmediatos colaboradores e integrantes del equipo de Gobierno, se han enredado en escándalos de corrupción y otras hierbas.
De toda la expectativa del cambio prometido, sólo ha atinado con algunos chispazos como el lograr la aprobación de la reforma pensional, que incluye un pilar solidario destinado a proteger a 2,5 millones de adultos mayores del riesgo de pobreza.
La reducción de 1,6 millones de personas en situación de pobreza ha sido destacada por el Presidente, pero algunas tendencias no le dan crédito a Petro, sino que enfatizan que esa disminución en la pobreza se debe más a factores económicos globales y esfuerzos individuales que a políticas específicas del Gobierno de izquierda en Colombia.
En cuanto a la transición energética, se ha avanzado en la reducción de subsidios a combustibles, lo que contribuyó a una significativa disminución del déficit del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (Fepc).
Sin embargo, la relación conflictiva con las empresas energéticas y los retrasos en la regulación de la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg) han generado incertidumbre y pueden frenar inversiones cruciales en energías limpias.
La decisión de suspender la exploración de hidrocarburos también podría afectar la disponibilidad de gas natural, complicando los esfuerzos de descarbonización.
La reforma agraria, una de las promesas más emblemáticas de Petro, enfrenta problemas significativos. Aunque el gobierno ha mostrado un cambio de voluntad política al acelerar la compra de tierras, las cifras están lejos de las metas propuestas.
El sector industrial es el que más se ha afectado, sigue en declive. La caída en la producción manufacturera, subraya el fracaso del gobierno en revertir esta tendencia.
Las políticas de subsidios para la vivienda y las inversiones forzosas propuestas para estimular la industria han sido criticadas por su falta de efectividad y riesgo de captación política, lo que podría seguir con afectaciones negativas el desarrollo industrial del país.
Aunque el gobierno de Gustavo Petro ha logrado algunos avances notables, como la reforma pensional y la reducción de subsidios a combustibles, las transformaciones en pobreza, transición energética, reforma agraria, educación y política industrial han sido parciales y han enfrentado significativos obstáculos, entre ellos la descalificación de la oposición y una férrea crítica de los medios de comunicación, con lo cual las sombras sobre su mandato son más poderosas que las luces y aún le quedan dos años al frente del país.