Protección animal en diciembre: el reto silencioso de las celebraciones
Resumen
Las fiestas de diciembre son una fuente de estrés intenso para las mascotas debido a la pirotecnia y cambios de rutina. Prevenir y usar alternativas seguras, como la medicina biorreguladora, es crucial para su bienestar, evitando así el pánico y problemas de salud.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
Las fiestas de fin de año, tan esperadas por las familias colombianas, representan uno de los periodos de mayor estrés para perros, gatos y otras mascotas. Lejos de la alegría que viven los hogares, muchos animales enfrentan un pico de ansiedad provocado por la pólvora, los cambios de rutina y el aumento del tránsito de personas en los hogares.
El uso de pirotecnia sigue siendo el principal detonante. Más allá de las quemaduras, el estruendo y las vibraciones generan reacciones de pánico que pueden desencadenar problemas serios: arritmias, desmayos y fallos cardiacos son reportados cada diciembre por veterinarios. El sistema auditivo de las mascotas es dos o tres veces más sensible que el de los humanos, lo que hace que perciban los estallidos con una intensidad que sobrepasa su capacidad de adaptación. Por eso presentan síntomas como salivación excesiva, vómito, temblores, respiración agitada, desorientación y conductas agresivas.
A este panorama se suman otros factores propios de la temporada: viajes largos, modificaciones drásticas de la rutina, ausencias temporales de los cuidadores y visitas constantes que alteran la seguridad del animal. Todo ello convierte diciembre en un periodo crítico para su bienestar.
Ante este escenario, la doctora Laura Peña, del área veterinaria de Heel Colombia, destaca la importancia de la prevención: “En estas fechas críticas, debemos actuar de manera preventiva y empática para proteger a las mascotas. Es vital garantizarles un espacio de refugio insonorizado, promover actividad física temprana y considerar alternativas naturales para la calma. Nunca se deben usar sedantes sin prescripción profesional, pues una dosis inadecuada puede comprometer gravemente su salud”.
Las recomendaciones de los expertos incluyen habilitar un lugar seguro donde el animal pueda refugiarse, acompañarlo en las horas de mayor ruido, evitar dejarlo solo los días 24 y 31 de diciembre, reproducir música relajante y realizar ejercicio matutino para reducir tensión. La automedicación queda completamente descartada. En su lugar, se sugieren alternativas naturales como la medicina biorreguladora, que ayuda a disminuir la ansiedad sin efectos sedantes.
Aunque en ciudades como Bogotá existen campañas de sensibilización, solo el 30% de la ciudadanía se involucra activamente, lo que deja a miles de animales expuestos a riesgos evitables.
En Colombia, la Medicina Biorreguladora de Sistemas ha tomado fuerza como alternativa terapéutica. Esta disciplina concibe el organismo como una red interconectada y utiliza medicamentos multicomponentes que buscan restaurar la autorregulación natural. Heel, compañía alemana pionera en este enfoque, cuenta con presencia de más de 30 años en el país, registros INVIMA e ICA, programas de educación médica y diversas iniciativas sociales.
La prevención, la empatía y el uso de alternativas seguras permiten transformar diciembre en un periodo más amable para los animales, que también merecen bienestar en medio de la celebración.