Resumen
El nuevo formato de 'Yo me llamo' enfrenta críticas por las dinámicas de eliminación y los juicios ofensivos de los jurados, especialmente Amparo Grisales. Los cambios incluyen a un jurado de inteligencia artificial y nuevos presentadores, pero dejan un sabor agrio en muchos televidentes.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)Luego de estar al aire 10 años el concurso musical de imitación colombiano llamado “Yo me llamo”, de Caracol Televisión, cuyo objetivo ha sido el de encontrar la voz que más se parezca al artista escogido, en donde han desfilado grandes intérpretes imitadores de reconocidos cantantes internacionales, lo que les ha permitido seguir una carrera decorosa y salir del anonimato. En esta versión 2025 se realizaron cambios con un nuevo formato que ha generado fuertes críticas por las dinámicas de eliminación, como por los conceptos de los jurados que se han dado con ofensas.
El programa desde sus inicios ha tenido un alto rating, pero en este año que cumple una década realizaron cambios importantes, manteniendo en el jurado a la ‘diva’ Amparo Grisales, de 68 años, quien ha estado desde el 2011 en las 10 ediciones y a César Escola, de 63 años, quien participa como jurado desde el 2018, y como novedad para este año como tercer jurado está el cantante cubano de salsa Rey Ruiz, de 58 años, además del jurado adicional de inteligencia artificial llamado Armoni, quien ayuda en la selección del ganador o ganadores.
Como presentadoras del reality show están Melina Ramírez, caleña de 34 años y Laura Acuña, santandereana de 42 años, quienes han brillado por su elegancia, pero son consideradas como un mueble más del set, ya que sus pobres comentarios en las presentaciones no aportan nada en su desarrollo. También nombraron a Emanuel Mendoza, antioqueño de 32 años, un corpulento personaje de 1.90 cm llamado “Búfalo” que acude al set con el llamado de una campana, evitando discusiones, encargado además de indicar con su imponente mirada, quién o quiénes son los eliminados diciendo: “se retira, por favor”.
Las fuertes críticas se han centrado sobre la “diva” Amparo Grisales, quien quiere acaparar el centro de las miradas tratando de imponer su posición al calificar los participantes con duros comentarios ofensivos por los errores cometidos, además de tener fuertes discusiones con su compañero César Escola, tratándolo de forma despectiva por no estar de acuerdo con ella, una posición ridícula e insensata con los televidentes. Lo único que mantiene vivo, pero en agonía son sus “erizadas” con lo que busca manipular resultados cuando uno de los participantes le parece atractivo.
En las primeras eliminatorias tratando de dinamizar el programa, presentaron a unos “payasos” concursantes que hacían el ridículo con sus presentaciones, quitando la oportunidad a otros y dejando en el ambiente un ‘toque’ de improvisación y una ofensa al televidente, por falta de una selección adecuada.
Solo me “erizo” de pensar que “Amparito” no aprobó el examen en estos 10 años, en donde poco o nada aprendió de música, ganando solo arrogancia, recordándola como la “diva” y buena actriz que siempre fue, en donde “si se llama”, pero como jurado hay que llamar a “Búfalo” para que le diga: “se retira, por favor”.