Resumen
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
En nuestro planeta, existen más de 180 especies de hongos que contienen sustancias que afectan el sistema nervioso, como la psilocibina. A menudo son llamados erróneamente “hongos alucinógenos” o “hongos mágicos”, aunque correctamente se denominan hongos psicoactivos, ya que no generan alucinaciones, pero sí modifican parcialmente la percepción.
La psilocibina puede inducir en quienes la consumen emociones intensas que van desde la felicidad hasta el terror, y puede causar efectos secundarios como aumento de la frecuencia cardíaca o náuseas. Sin embargo, varios grupos científicos investigan su potencial uso como tratamiento clínico para trastornos por uso de sustancias y otras condiciones mentales.
Investigadores estadounidenses han descubierto cómo la psilocibina puede alterar la percepción de espacio, tiempo y del yo durante lo que se conoce como un “viaje”. Además, han arrojado luz sobre su posible papel en el tratamiento de la depresión severa. Estos hallazgos fueron publicados en la revista Nature.
Es importante destacar que los investigadores advierten contra la automedicación con psilocibina. Este fármaco no está aprobado por la FDA de Estados Unidos para el tratamiento de la depresión u otras condiciones, y su consumo sin supervisión médica puede acarrear riesgos significativos.
En un estudio controlado aleatorio liderado por Joshua Siegel y sus colegas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington en St. Louis, se realizó un seguimiento de los cambios cerebrales en 7 adultos sanos (de 18 a 45 años) mediante resonancias magnéticas. Estos participantes recibieron una dosis alta de psilocibina (25 miligramos) y luego una dosis adicional entre 6 y 12 meses después.
Los investigadores observaron que la psilocibina alteraba la conectividad funcional en el córtex y el subcórtex del cerebro, principalmente mediante la desincronización de diferentes regiones cerebrales. Los cambios fueron más notables en la red neuronal por defecto, conectada al hipocampo anterior, implicado en la formación de nuestro sentido de espacio y tiempo.
La psilocibina indujo una disminución persistente de la conectividad funcional entre el hipocampo anterior y la red neuronal por defecto, efecto que perduró durante semanas. Además, se observó que realizar una tarea sencilla de emparejamiento audiovisual reducía el impacto de la psilocibina en el hipocampo anterior.
