Pugna interna en Colombia Justa Libres por el aval al barbuchas

Una tormenta política sacude al partido Colombia Justa Libres, luego de que dieciséis miembros del Directorio Nacional de la colectividad hicieran pública una carta en la que desmienten y desautorizan al presidente del partido, Ricardo Arias Mora, por la entrega del aval a Carlos Enrique Bueno como candidato a la Alcaldía de Bucaramanga, aval que se hizo oficial el pasado miércoles con la inscripción del candidato pero que aducen podría ser objeto de demandas.

Por Camilo Ernesto Silvera Rueda - Redacción Política / EL FRENTE

Según los integrantes del Directorio Nacional, la decisión del presidente del partido Colombia Justa Libres Ricardo Arias no cuenta con el respaldo de la línea directiva de la colectividad y como consecuencia de ello podría ser nula o carecer de validez jurídica.

Los quejosos del partido argumentan que dicho aval se firmó de manera unilateral, sin consulta previa y en abierta violación de los estatutos internos del movimiento político.

La situación la pusieron en conocimiento varios de los integrantes del directorio nacional, quienes en la mañana de este viernes hicieron pública una carta abierta a la ciudadanía de  Bucaramanga en la que dan a conocer los detalles del inconformismo.

La vocera del directorio en inconformidad es Esperanza Balbuena, veedora nacional de Colombia Justa Libres, quien explicó a EL FRENTE que la entrega de avales está sujeta a un procedimiento formal contemplado en los estatutos del partido, proceso que exige que el Directorio Nacional discuta y apruebe las postulaciones, y que solo después de esa deliberación, el presidente quede autorizado para emitir el aval correspondiente.

“El directorio del partido no se ha reunido hace varios meses porque el presidente no lo ha convocado. Por eso, el aval a Carlos Bueno no cuenta con la aprobación del directorio y, en consecuencia, tiene visos de ilegalidad”, afirmó Balbuena, quien añadió que esta falta de convocatoria constituye una omisión grave y una vulneración directa a las normas internas de la colectividad, lo que ha generado una fractura entre la presidencia del partido y buena parte de sus órganos de dirección.

Llamado al orden institucional

En el comunicado oficial, firmado por 16 miembros del Directorio Nacional, los directivos expresan su rechazo categórico a las actuaciones del presidente Arias Mora y le exigen respeto por las normas que rigen la estructura del partido. El documento, dirigido directamente al presidente, inicia con un tono institucional pero firme:

“Reciba este pronunciamiento con el respeto que merece toda interlocución institucional, aunque lamentamos profundamente tener que referirnos a hechos que comprometen la legalidad y la transparencia del Partido”, dice la apertura de la carta en la que los directivos niegan haber negado el aval a Bueno, como aseguró públicamente Arias Mora, y aclaran que el Directorio Nacional no ha sido convocado en más de un año, razón por la cual no ha podido deliberar ni adoptar decisiones formales.

“Dicha omisión vulnera el artículo 9 de la Ley 1475 de 2011, que establece la obligación de los partidos de garantizar procesos democráticos internos, así como los propios estatutos de Colombia Justa Libres, que exigen decisiones colegiadas en materia de avales, alianzas y pronunciamientos políticos. Sus acuerdos con otras organizaciones políticas y pronunciamientos en nombre de la colectividad carecen de total legitimidad y legalidad”, señala el comunicado.

Los integrantes del Directorio sostienen que, al no haberse reunido oficialmente esta instancia, ninguna decisión tomada por Ricardo Arias puede considerarse jurídicamente válida, incluyendo la entrega del aval a Carlos Enrique Bueno o cualquier otro acto político o administrativo adoptado en nombre del partido.

Además, en el mismo documento, los directivos responsabilizan también al Consejo Nacional Electoral (CNE) por no haber resuelto, desde hace más de dos años, los procesos que cuestionan la situación legal de la actual directiva del partido. Esa omisión —dicen— ha permitido que se mantenga un escenario de indefinición institucional que facilita actuaciones irregulares.

“El CNE lleva más de dos años sin resolver de fondo diversos procesos que, al permanecer sin decisión, exponen a la militancia del Partido Colombia Justa Libres a perjuicios irreparables”, advierten los firmantes.

Llamado a los entes de control y advertencia de responsabilidades

La carta cierra con un llamado urgente al Consejo Nacional Electoral y a los organismos de control para que adopten medidas que restablezcan el orden jurídico interno del partido y protejan los derechos de sus afiliados.

Asimismo, los directivos dejan constancia de que cualquier daño o perjuicio derivado de las actuaciones del presidente Ricardo Arias será de su exclusiva responsabilidad, eximiendo al Directorio Nacional de cualquier vínculo con actos adoptados “al margen de la legalidad y sin competencia estatutaria”.

El comunicado concluye con una frase que resume la postura de los disidentes: “Actuamos bajo una concepción cristiana del hombre, la familia, la sociedad y el Estado, pero exigimos el respeto pleno a la legalidad y a los principios democráticos que nos constituyen”.

A Jaime Andrés también se la hicieron

Colombia Justa Libres, fundado en 2017 con base en principios cristianos y valores conservadores, ha atravesado diversas tensiones internas en los últimos años, especialmente desde que su estructura de liderazgo fue cuestionada ante el Consejo Nacional Electoral.

La falta de claridad sobre quién ostenta la representación legal y la dirección legítima del partido ha generado choques entre distintas facciones, que se acusan mutuamente de actuar con intereses particulares y de violar los procedimientos estatutarios.

La primera controversia jurídica fue precisamente con el exalcalde de Bucaramanga, Jaime Andrés Beltrán, cuya candidatura también afrontó los cuestionamientos que ahora sufre la candidatura de Carlos Bueno: la ilegitimidad del aval por la ausencia de consenso.

Esta nueva controversia en torno al aval en Bucaramanga profundiza la división interna en un momento político crucial, pues el país se prepara para elecciones atípicas en esa ciudad tras la destitución del anterior alcalde.

De persistir la falta de pronunciamiento del Consejo Nacional Electoral sobre la situación jurídica de la dirección del partido, las decisiones tomadas por Ricardo Arias podrían ser objeto de demandas ante la jurisdicción contencioso-administrativa, y el aval otorgado a Carlos Enrique Bueno podría ser anulado por irregularidades de origen.

Por ahora, la disputa ha quedado al descubierto: una parte del partido acusa al presidente de usurpar funciones y vulnerar la democracia interna, mientras que el propio Ricardo Arias defiende su legitimidad como representante legal y asegura que sus decisiones se ajustan al marco jurídico.

El desenlace de esta pugna interna podría definir no solo el futuro de Colombia Justa Libres como colectividad política, sino también el panorama electoral en Bucaramanga, donde el apoyo de los movimientos cristianos puede resultar determinante.