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Reducción de consumo de energía

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Resumen

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Por: Edgar Armando Marín

Una tarea fundamental de todas las familias colombianas es reducir el consumo de energía en sus hogares, haciendo uso solo de la energía necesaria en el hogar, lo que en otras palabras traduce a realizar planes de gestión eficiente de la energía.

Una de las razones por las que se deben implementar esos planes de gestión eficiente de energía en los hogares, es disminuir la emisión de contaminantes atmosféricos y gases de efecto invernadero, que generan un daño ambiental con consecuencias para toda la sociedad.

Otra de las razones la cual es más tangible para las familias, es el ahorro económico en el pago del servicio público de energía y a su vez en la disminución en el pago del impuesto de alumbrado público.

El cobro del impuesto de alumbrado público se realiza a los usuarios que consuman energía, ya sea mediante la suscripción del servicio o por la modalidad de prepago para los inmuebles que están en barrios no formalizados, y este cobro sale de la tasa aprobada por el concejo municipal de cada entidad territorial y se liquida sobre el 100% del consumo de energía, multiplicado por el porcentaje aprobado por el concejo municipal como impuesto de alumbrado público.

Los recursos recaudados por este concepto son destinados para brindar el servicio de alumbrado público urbano y rural de cada entidad territorial, su recaudo es competencia, en el caso de nuestro departamento de la Electrificadora de Santander, mediante la factura en la que ellos cobran el consumo de energía. Una vez captados, de acuerdo con la fecha de corte, son girados a las Secretarías de Hacienda y estas a su vez, los giran al concesionario que maneja el alumbrado público sobre todo en los municipios de categoría especial, primera, segunda y tercera categoría, como sucede con Piedecuesta y Floridablanca, entre otros, ya que en los municipios pequeños estas concesiones no son viables para las empresas privadas por su baja rentabilidad.

Y como en nuestro país, es tradición que lo económico nos afecte y las familias no son la excepción, por ende se hace necesario generar una cultura en cada hogar para hacer un uso eficiente de la energía en los hogares, que se debe iniciar por los niños, niñas y adolescentes, por los adultos, finalmente por los adultos mayores, para que mediante un trabajo en equipo se deje de malgastar energía innecesaria con aparatos tecnológicos conectados durante 5, 10, 23 horas sin usar, como sucede con los televisores, las cafeteras, las lavadoras y hornos microondas.

Pero no solo las familias deben ahorrar energía, el Estado a través de sus múltiples instituciones también debe hacer lo propio para la implementación de los planes de gestión eficiente de energía y de esta manera lograr el cumplimiento de lo estipulado en el PAI PROURE y en el Plan Nacional de Desarrollo, para de esta manera lograr una reducción en el consumo de energía en todas las entidades e instituciones públicas que genere los respectivos beneficios ambientales y económicos deseados en un mundo globalizado, que está siendo afectado ambientalmente por el uso irracional de los recursos naturales renovables y no renovables.

Y para estimular, el Estado en estos planes de gestión eficiente de energía, están vigentes dos Resoluciones la UPME 196 de 2020 la cual establece los requisitos y procedimiento para acceder a los beneficios tributarios de descuento en el impuesto de renta, deducción de renta y exclusión del IVA para proyectos de gestión eficiente de energía, y la Resolución UPME 203 de 2023 la cual establece los requisitos y procedimiento para acceder a los beneficios tributarios en inversiones en investigación, desarrollo o producción de energía  a partir de fuentes no convencionales de energía FNCE.

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