Resumen
El artículo denuncia el problema de la sobrecarga de vehículos y motocicletas en ciudades de todo el mundo, causando contaminación y accidentes de tráfico. Menciona la falta de espacio para desplazamiento, la falta de educación en los conductores y las deficiencias en la infraestructura vial.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)El mundo no resiste la proliferación de vehículos automotores y motocicletas que están creando enormes problemas de contaminación ambiental y miles de accidentes de tránsito por día, especialmente en ciudades capitales y áreas metropolitanas de los cinco continentes.
Las motocicletas se convirtieron en el peor enemigo de la humanidad, porque la mayoría de sus usuarios y conductores son personas con muy precaria educación, que les importa un bledo la vida de otras personas que utilizan el mismo servicio.
Las vías públicas están convertidas en parqueaderos callejeros, donde se juegan la vida miles de personas, que desafían el peligro, porque se acabaron los espacios para el libre desplazamiento de vehículos.
Ciudades como Bogotá, con doce millones de habitantes; Medellín con el Valle de Aburrá, con dos millones de habitantes; Bucaramanga con Floridablanca, Piedecuesta y Girón, con un millón quinientos mil habitantes, no tienen por donde circular, porque las administraciones anteriores redujeron los espacios para el tránsito automotor.
Tenemos un retraso de cuarenta años en la programación y ejecución de las obras del anillo vial externo de Bucaramanga, con más de cuatrocientas mil (400.000) motocicletas y doscientos setenta mil (260.000) vehículos automotores.
La picaresca contratista sacrificó las inversiones que se habían programado para construir la doble calzada desde el norte de la capital de Santander hasta el municipio de Rionegro.
Por incumplimiento de la firma contratista, dejaron de operar las estaciones de peaje que deberían estar funcionando para mejorar este corredor vial, que conecta con los municipios de El Playón, San Alberto, La Gloria, Aguachica y Curumaní.
Las motocicletas son vehículos que provocan todos los días miles de accidentes de tránsito con saldos de muertos y heridos, que dejan dolor, desolación y espanto, cuando han desaparecido los controles de las autoridades del tránsito, donde el desorden, la anarquía y la falta de mantenimiento de las vías nacionales y departamentales, multiplican el número de accidentes todos los días. ¿Quién se atreve a ponerle el cascabel al gato, si los motociclistas hacen lo que les viene en gana, violando todas las normas del tránsito?
¿Qué hacer en las ciudades que otrora eran puertos terrestres para el tránsito automotor? ¡No pueden hacer nada mientras la travesía por ciudades como Barrancabermeja, Lebrija, Bucaramanga, Floridablanca, Piedecuesta, San Gil, Socorro, Oiba, Barbosa y Chiquinquirá, este invadida por miles de motocicletas, que son el instrumento diabólico para ocasionar muertos y heridos en los corredores viales! ¿Será que alguien tiene la vara mágica para resolver este grave fenómeno social?