Resumen
La directora del Servicio Secreto de EE.UU, Kimberly Cheatle, dimitió tras críticas por la falta de seguridad durante un atentado contra Donald Trump en Pensilvania. Asume toda responsabilidad por la falla de seguridad.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)La directora del Servicio Secreto de Estados Unidos, Kimberly Cheatle, renunció tras ser duramente criticada por la falta de garantías de seguridad que permitieron el atentado contra el candidato presidencial republicano, Donald Trump, en Pensilvania.
La noticia se hizo pública un día después de que compareciera ante la Cámara de Representantes, donde varios legisladores pidieron su salida.
En un correo dirigido a los agentes del Servicio Secreto el martes, y revelado por The New York Times, Cheatle destacó que uno de los principales deberes de la agencia es proteger a los líderes de la nación, admitiendo que "no cumplimos con esa misión" durante el intento de asesinato de Trump. "Como directora, asumo toda la responsabilidad por la falla de seguridad," escribió.
El pasado lunes, Cheatle había reconocido ante los legisladores que "el intento de asesinato del expresidente el 13 de julio es el fracaso operativo más significativo del Servicio Secreto en décadas."
Además, en respuesta a preguntas sobre informes que sugieren que la organización negó peticiones para aumentar los recursos de seguridad para Trump, tanto durante su campaña como en los dos años anteriores, afirmó que "había suficientes agentes asignados" para protegerlo en el mitin en Pensilvania, aunque no proporcionó cifras específicas.
Asimismo, tras confirmar que el atacante, Thomas Matthew Crooks, de 20 años, había sido identificado como sospechoso antes de que Trump subiera al escenario, se le cuestionó por qué se permitió al expresidente subir al podio. Aunque asumió su parte en los hechos, ofreciendo pocos detalles nuevos sobre las fallas de la agencia, se hizo evidente que hubo serias deficiencias en la protección del candidato republicano.