Suscríbete a nuestro boletín

¡Éxito! Revisa tu correo

Para completar la suscripción, haz clic en el enlace de confirmación en tu bandeja de entrada. Si no lo recibes en 3 minutos, revisa tu carpeta de correo no deseado.

Vale, gracias

Renuncia de Sarabia marca un quiebre en el círculo cercano de Gustavo Petro

Resumen

Laura Sarabia, canciller de Colombia y una figura clave en el gobierno de Gustavo Petro, presentó su renuncia irrevocable. Esta decisión, cargada de afecto y desacuerdo, revela tensiones internas en el gabinete presidencial en un escenario político complejo.

Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
Camilo Silvera  profile image
by Camilo Silvera
Renuncia de Sarabia marca un quiebre en el círculo cercano de Gustavo Petro

Con una carta cargada de afecto, reflexión y desacuerdo, la canciller Laura Sarabia presentó su renuncia irrevocable al presidente Gustavo Petro. Su salida, una de las más significativas en el gabinete presidencial, evidencia una fractura dentro del núcleo más cercano del jefe de Estado.

En una misiva que equilibra gratitud y desencanto, Laura Camila Sarabia Torres, canciller y una de las colaboradoras más influyentes del presidente Gustavo Petro, anunció su salida del Gobierno. La renuncia representa no solo la pérdida de una figura clave en el engranaje presidencial, sino también un claro mensaje sobre las tensiones internas que atraviesan el Ejecutivo en esta etapa final del mandato.

"He tenido el inmenso honor de acompañarlo desde distintos espacios", escribe Sarabia, aludiendo a su paso como jefa de gabinete, directora del Departamento Administrativo de la Presidencia (DAPRE), del Departamento de Prosperidad Social (DPS) y más recientemente como ministra de Relaciones Exteriores. Su carta, que circuló en medios políticos desde la mañana del martes, expone una relación de años con el presidente, tejida en medio de victorias, crisis y decisiones trascendentales.

Sin embargo, la renuncia no fue solo un gesto emotivo. Sarabia expresó con claridad su desacuerdo con las recientes decisiones adoptadas en el gobierno, las cuales, afirma, no está dispuesta a acompañar "por coherencia personal y respeto institucional".

"No se trata de diferencias menores ni de quién tiene la razón. Se trata de un rumbo que, con todo el afecto y respeto que le tengo, ya no me es posible ejecutar", sentenció.

Aunque la carta no especifica cuáles fueron esas decisiones, fuentes cercanas al Gobierno indican que las tensiones venían en aumento desde hace semanas, especialmente tras cambios estratégicos en la política exterior, los recientes escándalos que han golpeado a algunos ministerios y una percepción creciente de aislamiento en el alto gobierno.

Sarabia, considerada por muchos como una de las figuras más poderosas del Palacio de Nariño y una interlocutora clave entre Petro y distintos sectores del Estado, deja su cargo subrayando que su decisión no obedece a intereses personales, sino a una “reflexión profunda motivada por la responsabilidad con su conciencia y el país”.

“Decir adiós es también una forma de cuidar”, escribió, en lo que muchos interpretan como un intento por marcar un límite ético sin romper del todo el vínculo con el mandatario.

Su salida se produce en medio de un contexto político complejo: el presidente Petro enfrenta una caída en los niveles de aprobación, divisiones internas dentro del Pacto Histórico y presiones desde diversos sectores para reencauzar el rumbo del gobierno a menos de un año de finalizar su mandato.

La renuncia también deja un interrogante clave: ¿quién reemplazará a Sarabia en la Cancillería? Su rol ha sido fundamental en la recomposición de relaciones diplomáticas, especialmente con Venezuela y la región, y su salida deja un vacío difícil de llenar en ese frente.

Aun así, Sarabia no cierra completamente la puerta. Termina su carta con un tono conciliador, manifestando su disposición a seguir dialogando y aportando desde otros escenarios. "Siempre encontrará en mí una interlocutora abierta al diálogo, al debate respetuoso y a la búsqueda de salidas", concluye.

La renuncia de Laura Sarabia no solo marca el final de una etapa, sino que reconfigura el mapa interno del poder en la Casa de Nariño. Es, en definitiva, una señal clara de que incluso entre los más cercanos, la lealtad tiene límites cuando la brújula ética apunta en otra dirección.

 

Camilo Silvera  profile image
por Camilo Silvera

Subscribe to New Posts

Lorem ultrices malesuada sapien amet pulvinar quis. Feugiat etiam ullamcorper pharetra vitae nibh enim vel.

¡Éxito! Revisa tu correo

To complete Subscribe, click the confirmation link in your inbox. If it doesn’t arrive within 3 minutes, check your spam folder.

Vale, gracias

Leer más