Resiliente es mi segundo nombre
Resumen
Hernando Mantilla comparte su experiencia de vida, enfrentando enfermedades devastadoras desde 2021. Con fe en Dios y la ayuda de seres queridos, ha superado enormes adversidades físicas y emocionales, adoptando el nombre Resiliente como emblema de su lucha.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
Después de estos cuatro años en que he estado afectado por varias enfermedades que verdaderamente cambiaron mi vida, hoy lo puedo decir, mi nombre es Hernando Resiliente Mantilla Medina.
No ha sido fácil, hasta antes de enfermarme era una persona totalmente sana, siempre he dicho que si me tomaba una pastilla de algo al mes era mucho y es cierto cuando digo que, si fui al médico antes 5 veces, fue mucho. Pero, después del año 2021, las cosas cambiaron y cambiaron negativamente en mi vida.
Desde ahí he vivido sometido al dolor, unos días más, otros menos, viví hace exactamente un año una de las dos cosas más malas que le pueden pasar a un ser humano, estar en una Clínica hospitalizado, la otra es estar preso.
Fueron cinco días en que estuve sometido en la clínica a todo tipo de inyecciones que desafortunadamente no me llevaron a nada positivo, porque salí, puedo decirlo sin exagerar, peor de cómo había entrado.
Después del 10 de febrero de 2024, cuando salí de la clínica, empecé mi lucha personal para tratar de aliviarme, contando con la ayuda de Dios y de muchas personas que me tendieron su mano, ha sido muy difícil porque no tenía dinero, no tenía trabajo, tuve que recurrir a personas de buen corazón, incluida, obviamente mi familia, que me ayudaron a sobrevivir, es claro que por lo menos durante esos primeros tres meses, de febrero a mayo de 2024 mis costos de alimentación eran muy bajos porque solo tomaba caldos y sopas, pero esencialmente cremas, o sea, solo líquido, la garganta no me permitía el paso de algún alimento sólido.
Una de las cosas buenas, creo que la única que quedó de mi estadía en la clínica, fue que se me autorizaron unas terapias, fui a todas y debo decirlo que me sirvieron mucho, eso junto con lo principal que ha habido siempre en mi vida, la oración y la fe en Dios, hicieron que poco a poco pudiera empezar a comer cosas sólidas y así tratar de recuperar el peso perdido hasta ese momento, alrededor de 24 kilos, incluida la pérdida de mi masa muscular.
Mientras tanto, seguía sin poder hacer lo que venía haciendo porque además no era capaz de hablar, mi lengua estaba afectada por la situación neurológica que me producía el problema cervical alojado en mi nuca.
Pero con la oración, con la perseverancia, con el deseo de vivir, he logrado surgir como el Ave Fénix, de mis propias cenizas, de las ruinas que me dejaron mis enfermedades.
Es claro que mi problema cervical todavía está y según me dijeron, no va a pasar, es irreversible, ahora, hace ya un tiempo he venido teniendo problemas adicionales en mis pies y en mis manos, un adormecimiento total que me impide un buen movimiento, movimiento que de todos modos no tengo porque no puedo enderezar mi cabeza, camino agachado y eso también me produce vértigo porque no tengo equilibrio.
Lo dicho, un cambio muy negativo en mi vida, que, gracias a Dios, a las personas que me han ayudado y a mi resiliencia, puedo estar contando la historia. Ejemplo de lucha, de deseo de superación que transmito, he dicho y seguiré diciéndolo, Dios está vivo, el me da las fuerzas para seguir diciendo, Voy Con Toda. Amén.