Rusia y Ucrania se reunen para avanzar en intercambios humanitarios y un posible alto al fuego

Las delegaciones de Rusia y Ucrania se reunieron este jueves en Estambul por menos de una hora, en un nuevo intento por avanzar hacia una salida negociada a la guerra que estalló en febrero de 2022. Aunque el encuentro fue breve y no se lograron compromisos definitivos, ambas partes discutieron temas sensibles como el intercambio de prisioneros, la recuperación de cuerpos en el frente de batalla y la posibilidad de un alto al fuego temporal.

Vladimir Medinsky, jefe negociador del Kremlin, informó en rueda de prensa que su delegación propuso un nuevo intercambio de prisioneros de guerra que incluiría al menos 1.200 personas en los próximos días. Asimismo, Rusia propuso ceses al fuego de entre 24 y 48 horas, con el fin de permitir la recuperación de soldados muertos y heridos por parte de ambos ejércitos. “Cada vida es importante para nosotros”, declaró Medinsky, quien además aseguró que los restos de los soldados ucranianos serían entregados con la mediación de la Cruz Roja, en cuanto Kiev esté técnicamente preparado para recibirlos.

Otro de los puntos mencionados por Medinsky fue la posible inclusión de civiles en futuros intercambios humanitarios. “La llamada zona gris, dominada por drones, dificulta las evacuaciones médicas. Es urgente tomar medidas conjuntas para proteger a los heridos y a quienes intentan rescatarlos”, añadió.

Por su parte, Rustem Umerov, jefe de la delegación ucraniana, no confirmó aún el acuerdo sobre los prisioneros, pero reiteró que Ucrania sigue comprometida con alcanzar un alto al fuego inmediato. “Debe ser genuino, real y verificable. No aceptaremos simulacros mientras se sigan atacando civiles e infraestructuras críticas”, afirmó.

Umerov también aprovechó para hacer un llamado a que se impulsen conversaciones de paz “significativas”, e incluso propuso que antes de que finalice agosto, los presidentes Volodímir Zelensky y Vladímir Putin se reúnan cara a cara con la mediación de Recep Tayyip Erdogan, presidente de Turquía, y Donald Trump, expresidente de Estados Unidos.

Tanto Moscú como Kiev admitieron desde antes del encuentro que no esperaban grandes avances inmediatos. Desde el Kremlin, se advirtió que no habría “milagros”, mientras que la delegación ucraniana priorizó objetivos humanitarios concretos, como el retorno de niños ucranianos que siguen en territorio ruso y los nuevos intercambios de cautivos.

El breve pero simbólico encuentro en Estambul tuvo lugar en un momento de estancamiento militar en varios frentes y tras semanas de presión internacional para que las partes retomen el diálogo. Aunque aún no hay señales claras de desescalada, este acercamiento deja abierta una pequeña ventana para negociaciones más profundas en las próximas semanas.